La Unidad de Control Costero portuguesa se incautó el pasado lunes de 1.900 kilos de almeja japónica ilegal en un vehículo que iba dirección a Galicia. Según las autoridades del país vecino, el control se llevó a cabo en Valença y el producto tenía "un tamaño más pequeño que el legalmente establecido".

En un control para el transporte de bivalvos, la Unidad de Control Costero detectó un vehículo que carecía de licencia para transportar el producto, que hubiera alcanzado un precio de mercado de 17.500 euros.

Portugal ha intensificado en los últimos meses sus controles para intentar frenar el furtivismo marisquero en sus costas, que allí consideran como una "mafia".