| La ballena de 17 metros que apareció muerta el sábado en la playa de Balarés (Ponteceso), se convirtió durante el día de ayer en una atracción para un buen número de visitantes. El alcalde de este concello coruñés, Lois García Carballido, aseguró que el esqueleto se conservará en un museo local. Empieza a ser cada vez más habitual este tipo de sucesos en las costas gallegas dado el número creciente de ejemplares de ballena que aparecen en las playas de los municipios del litoral. El pasado 21 de diciembre una ballena de 19,5 metros de largo quedó varada entre Oia y O Rosal, justo un día después que otra de 20 metros en Bueu.