La Autoridad Portuaria de Vigo acaba de poner en marcha un plan de contingencia en caso de que se produzca un Brexit duro. En pleno debate en la Cámara de los Comunes británica -hoy votará del acuerdo de divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea- el Puerto ha decidido poner en marcha una serie de medidas con las que solventar los posibles "problemas legales y administrativos" que tendría un no acuerdo antes del 29 de marzo. Para ello citó ayer por la mañana a la Agencia Tributaria y a un grupo de armadores de buques con pabellón británico que resolvieron crear un espacio separado en la propia lonja viguesa para la subasta de las capturas procedentes de Gran Sol, así como enviar una misiva a las autoridades pertinentes para avisar de los problemas que se encontrarían.
En la actualidad hay un total de nueve arrastreros vigueses que faenan en Gran Sol enarbolando el pabellón británico. Responsables de las casas armadoras se citaron con el presidente del Puerto, Enrique López Veiga, y también con miembros de la Agencia Tributaria. "La idea es la de prepararse por si se produce un Brexit duro", explicó López Veiga, que resumió la situación en una frase: "Si no hay acuerdo, el día 30 de marzo es un país tercero y no hay libre circulación de mercancías".
Los buques de Gran Sol descargan principalmente en Irlanda y trasladan por camión sus capturas hasta la lonja viguesa para la primera venta. De no haber acuerdo para la salida de Reino Unido estos productos serían considerados una importación al provenir de un país tercero. Para los asistentes ayer a la reunión la idea es que el status quo actual no se modifique.
Manuel González, armador con dos arrastreros en Gran Sol, estuvo presente en el encuentro y trasladó a FARO que "la lonja no está preparada para ese supuesto, porque tendría que tener un sitio reservado para las capturas". Esta idea fue una de las que estuvo sobre la mesa y López Veiga aseguró que "se habilitaría un espacio especial" en la lonja. "Es una situación complicada porque tendrían que ser inspeccionados y pasar por Aduanas", apuntó López Veiga.
Junto a esta medida los armadores y el Puerto acordaron redactar una nota formal en la que recoger todos los puntos puestos en común ayer. La misma será enviada a las autoridades que en el hipotético caso de un no acuerdo se encargarían de gestionar la llegada de estas capturas.
Por casos como este la votación de hoy en Londres es vital para la flota. Por el momento, las informaciones que llegan desde Reino Unido apuntan a que la decisión sería un "no", lo que dejaría el Brexit y a la propia primera ministra, Theresa May, en un escenario donde comienzan a agotarse ya las opciones.
La estabilidad política británica se tambalea desde que el pasado noviembre se anunció un Tratado de Retirada que si siquiera suscitó unanimidad en el seno del gabinete. Una cascada de dimisiones puso en duda la supervivencia de un acuerdo que, como se ha esforzado por alegar la premier, es "el único posible".
A mediados de diciembre fue cancelada una votación por May a última hora para calmar las dudas del sector crítico. La búsqueda de garantías ha quedado reducida a unas pocas "aclaraciones" plasmadas este lunes por escrito por parte de los presidentes del Consejo europeo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. En caso de que venza el "no" el Gobierno deberá presentar ante el Parlamento un plan B en el plazo de tres días, aunque May ya indicó que no se debería aplazar la fecha de retirada -Borrell habló ayer de esa posibilidad- ni celebrar un segundo referéndum.
