Portugal sacó partido al escaso cupo de sardina acordado junto a España el año pasado. El precio pagado por la especie aumentó en el país vecino un 25% el pasado año, mientras que en las lonjas de la comunidad gallega tan solo lo hizo un 12%. No en vano, la especie se colocó como la segunda que mejores ventas dejó en las rulas lusas, con 23,8 millones de euros en ventas. La fuerte demanda ante la escasez (también del mercado gallego) elevó las ventas, algo que no sucedió en Galicia, donde la facturación por la sardina descendió un 19,5%.

Según explicó el Ministerio do Mar de Portugal la semana pasada (y tal y como recogen los medios nacionales), la sardina cedió el primer lugar en el podio de las ventas en las lonjas ante el pulpo, otro recurso al alza que alcanzó unas ventas de 35,5 millones de euros (un 7,1% más). Tras la sardina, el siguiente fue el jurel, por el que las lonjas sacaron 14,7 millones (+23,2%). En estos casos el aumento alcanzado en las lonjas de la comunidad gallega fue superior para el pulpo, que dejó 18,6 millones (+16,8%), e inferior para el jurel: 25,4 millones (+12%).

Ya en el caso de la sardina los datos recogidos en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca -dependiente de la Consellería do Mar- señalan que en las lonjas gallegas la facturación se quedó en 4,8 millones de euros, con un precio medio por kilo de 1,94 euros.

En el computo global el Ministerio do Mar luso señala que sus lonjas alcanzó los 205,1 millones de euros (un 4,9% más); mientras, la Consellería do Mar recoge que en Galicia fueron 488,3 millones (un 4% menos).