La ensenada de San Simón contará a partir del próximo mes con un nuevo bosque submarino. La cofradía de Redondela ha recibido la autorización por parte de la Xunta de Galicia para la ejecución del proyecto iniciado en enero de este año: volverán a replantar los pinos para atraer al choco ( Sepia officinalis) de la ría y que así desove en el entorno de las islas. "Es una técnica que sabemos que da resultado, el choco desova aquí", apunta el patrón mayor del pósito redondelano, Clemente Bastos. La idea es que "una vez pasen las fiestas" volver al monte para seleccionar 52 pinos que ocuparán una superficie total de 6.000 metros cuadrados.

La lonja de Redondela es famosa, sobre todo, por las capturas de choco. De hecho, en la localidad se celebra desde hace más de tres décadas una fiesta gastronómica centrada en el cefalópodo. Por este motivo desde la cofradía entienden como vital intentar conseguir unas capturas lo más estables posibles. En las dos últimas campañas se alcanzron unas ventas cercanas a las 30 toneladas, pero en los últimos ocho años hay oscilaciones que van desde las 13,8 toneladas hasta las 50. "Muchas cosas pueden afectar al choco, por eso hacemos estos boques, para ayudar a que desove aquí", apunta Bastos.

El proceso que seguirán será exactamente igual que el año pasado, aunque ahora incluyen la recogida los pinos plantados en enero. Los árboles fueron tirados en su momento con un peso y una bolla. "Ahora los levantamos y tiraremos los nuevos, al contrario que con la otra técnica", comenta Bastos en relación a las ramas atadas en ramillete que se quedaban en el fondo hasta que, con el paso del tiempo, se desintegraban. "Ahora nos vamos a encontrar solo el palo del pino, porque la fiuza ya no estará", añade el patrón mayor.

Así, está previsto que a mediados de enero los marineros de la cofradía se desplacen hasta un monte (la anterior vez el elegido fue el de Cabeiro, parroquia al sur de Redondela) y seleccionen pinos "pequeños, como árboles de navidad". Una vez talados, los transporarán hasta la lonja de Cesantes para su preparación. Cargados en una bateeiro, se irán soltando uno a uno en la zona autorizada para ello.

Resultados

Los resulados directos de la iniciativa del pasado mes de enero todavía no se han podido comprobar. Bastos explica que no será hasta junio, fecha en la que acabará la campaña iniciada en febrero, "cuando se pueda ver si funcionó o no". Lo que tienen claro en la cofradía redondelana es que el choco utilizará estos pinos como zona de refugio y de desove. Y es que la resina de las hojas hará que las huevas se queden pegadas, lo que podrá ser aprovechado por los choqueiros en el futuro. "Lo que está claro es que es bueno para el mar porque atrae al choco y a otras especies de la ría, a las que da cobijo", apunta Bastos.

Preguntado sobre si podría ser posible la creación de más bosques artificiales, el patrón mayor de la cofradía explica que "ojalá, porque lo ideal sería tener cuatro o cinco". "Hicimos un proyecto para hacer un segundo bosquero, pero lo desestimamos por el momento. Si los resultados dan bien en esta primera experiencia nos dará un plus de confianza para ir a por el segundo", comenta.

Como ya sucedió en enero, expertos de la Universidad de Vigo se pusieron en contacto para comprobar la evolución de la actividad del pósito redondelano. "Se volvieron a poner en contacto. Supongo que este año se sumergirán para ver cómo funciona", añade Clemente Bastos.