La abundancia de centolla de este año está dejando buenas ventas en el sector. Aunque el precio medio es ligeramente inferior en lo que va de campaña respecto al año pasado, desde las cofradías apuntan a que las perspectivas son buenas, sobre todo con las fechas navideñas a la vuelta de la esquina. Esta situación ha provocado que las capturas fuera del cauce legal aumenten. De hecho, los datos que maneja Gardacostas de Galicia señalan que en los primeros 15 días ya se incautaron del triple de cantidad de este recurso que en el mismo período de 2017. La ría de Arousa, hogar del conocido como "rey de los mariscos", ha concentrado hasta la fecha el 43% de los decomisos. "El motivo principal es que hay mucha y se llega a un sobretope", señalan desde Gardacotas.

La campaña de centolla comenzó en las provincias de Pontevedra y A Coruña el pasado 12 de noviembre (la de Lugo empezó el lunes de esta semana), con un tope de 35 kilos por barco y día y otros 35 kilos al día por cada tripulante enrolado. Solo los datos acumulados durante la primera quincena reflejan que los agentes de Gardacostas se incautaron de 3.108 kilos, 2.030,5 más que en los primeros quince días después de que se levantó veda en 2017.

El subdirector xeral del Servizo, Lino Sexto, explica que "muchas veces se trae más cantidad de la permitida" y en ocasiones "dejan centolla escondida para recogerla otro día". "Cogimos casi 17 kilómetros de aparejos, sin boyas o en zonas prohibidas para coger más de lo estipulado. Hay que reconocer que son profesionales", comenta. Para los agentes de Gardacostas es habitual "recoger viveros totalmente ilegales" en la costa gallega y que debido a la abundancia muchos "cogen el tope y también un sobretope".

Para la flota de bajura gallega estas cifras suponen una muy mala noticia. Sobre todo para los que faenan en la ría de Arousa: allí se decomisaron 1.353,5 kilos, es decir, el 43% del total de la comunidad. O Grove es la capital de este recurso en la provincia pontevedresa y el patrón mayor de la cofradía, Antonio Otero, estima que "con este tiempo ahora los furtivos lo tienen más complicado". Ayer el recurso alcanzó en O Grove su precio más alto (28 euros el kilo).

Ribeira es otra lonja que registra buenas ventas de centolla. El patrón mayor José Antonio Pérez explica que "a veces un simple papel puede suponer una incautación". "También es fácil pasarse del tope al llenar los capachos. Los pescadores se pueden despistar", concede el desde hoy presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores.