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José Antonio Suárez-Llanos: "La educación nutricional tarde o temprano va a ser una asignatura obligatoria"

ARVI lidera el proyecto "Eduksano" en el que participan otras 15 asociaciones para educar en alimentación saludable: "Queremos que sea para todo el mundo"

José Antonio Suárez-Llanos. // Marta G. Brea

La Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) lidera a un grupo de 16 asociaciones y organizaciones cuyo objetivo final es incorporar la educación nutricional como asignatura obligatoria en los planes de estudios de Educación Primaria y Secundaria. Bajo el nombre de Eduksano, el proyecto echó a andar este año y tiene una hoja de ruta para los próximos dos años. En ella se incluye un profundo estudio de la dieta japonesa y una conferencia internacional en Vigo centrada sobre la materia. José Antonio Suárez-Llanos, gerente de la cooperativa viguesa, profundiza en los detalles.

-¿Qué es "Eduksano"?

-Es un proyecto a largo plazo en el que se están dando los pasos para que pueda tener éxito. Somos conscientes de que esto no se puede implementar en España ni en un año ni en dos ni en tres. También somos conscientes de que si no empezamos ya se pierde el tiempo. Tarde o temprano va a ser una asignatura obligatoria porque está más que demostrado que hay una relación entre la falta de educación sobre nutrición con enfermedades. Y no ya la obesidad infantil, sino cualquier enfermedad que uno puede tener a lo largo de la vida.

-¿Japón es la referencia?

-Es nuestro ejemplo a seguir, pero es verdad que hay otras sociedades avanzadas que lo hacen, como Reino Unido, donde tradicionalmente dicen que no se come bien y que han lanzado sus planes para intentar hacer dietas saludables y que sea obligatoria esa educación nutricional.

-¿Por qué es tan importante un proyecto así cuando se conocía estos días que España superará en longevidad precisamente a ese país asiático?

-Precisamente para que eso se pueda cumplir. Sería básico que las generaciones futuras aprendan desde pequeños a saber lo que está bien y lo que está mal comer. Es necesario tener una base educativa que no se tiene ni se ha tenido hasta ahora. Por ejemplo, la dieta japonesa [el progama Shokuiku] dice que se pueden comer golosinas o bebidas alcohólicas, pero marcan qué cantidad es recomendable a la semana. Sabes que si la rebasas te expones a un riesgo. Se busca que desde pequeños se empapen de estas ideas.

-¿Por qué no se impulsó esta iniciativa hasta ahora?

-Hubo ideas, como se puede comprobar en la hemeroteca. Valentín Fuster o Ferran Adrià decían hace años que hacía falta una asignatura obligatoria, algo que yo no sabía. La asociación de cocineros Euro-Toques dice lo mismo, que llevan cinco años pidiendo esto. Se hacen cosas en colegios de algunas comunidades autónomas para concienciar, pero es puntual y acaban cuando se acaba la financiación. Nosotros queremos que sea igual que las matemáticas, obligatorio y para todo el mundo.

-¿Se lo han planteado ya al Gobierno?

-Esto si se politiza desde un principio puede acabar mal. Unos porque se adelantan, los otros que por hacerlo ellos no lo apoyan? Hay que llevar a cabo los pasos necesarios. El primero es lanzarlo desde ARVI a distintas asociaciones y organizaciones no solo de pescado, sino de padres de alumnos, cocineros, consumidores? Unirse, que haya una masa crítica, aunque la financiación surja de ARVI. El segundo paso es hacer el estudio encargado por la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto de Vigo (OPPF-4).

-¿Cómo es ese trabajo?

-Se trata de un estudio para ver cómo se hizo lo mismo en su momento en Japón, con las dificultades que tuvieron para llevarlo a cabo, qué es la asignatura, cómo se enseña, de qué está compuesta? Y por supuesto los resultados que llevan desde 2005. La tercera fase sería ver cómo se puede adaptar ese informe a España y su dieta mediterránea o atlántica. Para ello se contrataría un grupo de expertos, que sería para 2020.

-¿Qué inversión va a suponer para ARVI?

-Por el momento la inversión va en aproximadamente 50.000 euros, pero no van a ser suficientes para todo el proceso. Hemos pensado en la figura de la responsabilidad social corporativa de cara al futuro, es decir, que alguna entidad o empresa se preste a una colaboración o esponsorización. Luego ya la última fase habría que presentarlo al Gobierno y todos los partidos políticos.

-Vigo será el próximo año el epicentro de esta reclamación a través de la VI Conferencia Internacional de ARVI, ¿no?

-Servirá como otro punto de referencia para difundir la idea. Traeremos a autoridades internacionales y nacionales en la materia, con la idea de exponer las experiencias en educación nutricional que hay en otras comunidades autónomas o países. Del mismo modo también del Parlamento Europeo, ya que el tema del sobrepeso y la obesidad infantil preocupa a más países de la Unión Europea. Todo servirá para que funcione como caja de resonancia.

-¿Es un objetivo similar al que persigue el Vigo SeaFest?

-Claro, con recetas novedosas con pescado que gusten a los niños, para que así coman sano. Es uno de los objetivos principales que busca el festival, que es lo que nos diferencia de otros eventos parecidos. El año pasado fueron 18 recetas innovadoras que buscan atraer a niños y a los no tan niños.

-¿Ve futuro entonces al proyecto?

-Es un proyecto abierto a toda la sociedad y necesitamos de su participación. Sabemos que es algo muy complicado, porque solo en Japón se tuvieron que coordinar cuatro ministerios, pero creemos ciegamente en que si no nos ponemos ya a trabajar de verdad la sociedad va a ir mal.

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