Los sindicatos han cumplido lo que llevaban días dejando caer y ayer acordaron convocar una huelga indefinida en el sector de elaborados del mar. CC OO, UGT y CIG se unen para llevar a cabo un paro que comenzará el 15 de noviembre ante la falta de avances en la negociación por el nuevo convenio colectivo. Hasta entonces, las tres centrales celebrarán actos reivindicativos y reuniones con parlamentarios para hacer oír sus reclamaciones. En un comunicado conjunto, dejaron también un aviso a la patronal: "Si hasta ese día no hay acuerdo la responsabilidad será suya". La convocatoria es a nivel estatal, pero al igual que las tres jornadas de huelga anteriores todo parece apuntar a que se centrará en la provincia de Pontevedra y las empresas que más se vieron afectadas hasta ahora: Cabomar, Fandicosta y Mascato Salvatierra.

El paro, avanzado ayer por FARO, supone elevar la presión frente a la patronal ANIE, que en los últimos días siguió mostrando su "voluntad de diálogo" y hacía un llamamiento a la calma para no llegar a esta situación. Ahora los sindicatos exigen una nueva mejora a la última ya planteada en la novena ronda de negociaciones, que finalizó sin acuerdo.

Hasta que eso suceda, los sindicatos tienen pensado comenzar ya el próximo lunes con las acciones reivindicativas. La primera será la de informar en las asambleas de cada empresa de los pasos a seguir hasta llegar al día 15. El día siguiente una delegación estará presente en el Parlamento Galego para recabar apoyos entre los partidos políticos. A las 18.00 horas celebrarán una rueda de prensa para dar a conocer el conflicto, una acción que volverán a llevar a cabo tres días después frente a la empresa que ha centrado el grueso de las protestas y piquetes, Cabomar. Allí acudirán los trabajadores junto a diferentes grupos parlamentarios para "apoyar as reivindicaciones de los trabajadores".

Como última medida de presión, los sindicatos se organizarán para repartir "octavillas informativas" en los principales supermercados que comercializan los productos elaborados del mar "para trasladar la problemática del sector". Medidas, todas ellas, que podrían quedar en suspenso en algún momento si la patronal da un paso adelante y decide convocar una nueva ronda negociadora. "La patronal tiene tiempo de sobra para evitar este conflicto, solo falta que lo demuestren con propuestas concretas que satisfagan a los trabajadores", explicaron CC OO, UGT y CIG de forma conjunta.

En este sentido, la CIG ahonda señalando que el objetivo es también el "presionar sobre la Xunta de Galicia como responsable de que empresas con importantes subvenciones públicas no muestren verdadera voluntad de negociar".

La última propuesta realizada por la patronal recoge un convenio por cuatro años con un aumento de salario del 5,5% en 2018 y un 2% anual hasta 2021, fecha en la que se alcanzarían los 14.000 euros de salario que los sindicatos buscan para 2020. Aceptó también reducir de cinco años a cuatro el tiempo necesario para que una empleada pase del grupo 1 al grupo 2, así como un plus de sierra de 50 euros mensuales. Los sindicatos, por su parte, reclaman que el tiempo de bocadillo compute como tiempo efectivo de trabajo, que se limite el uso de contratación por ETTs y que se abone el plus de nocturnidad independientemente del tipo de contrato o del tiempo que se trabaje.