Las Consellerías de Mar y Medio Ambiente trabajan ya en la búsqueda de alternativas para los sacos de plástico empleados para el transporte del mejillón destinado al mercado de fresco y empleado también cuando el molusco debe permanecer "reparcado" en las bateas, es decir, colgado del emparrillado dentro de los citados sacos de malla. El uso de ese plástico y la contaminación que entraña este material es algo que preocupa a la administración, tal y como ayer reconoció abiertamente la conselleira de Mar, Rosa Quintana.

De ahí que anunciara que la Xunta, a través de diferentes departamentos técnicos y científicos, busca posibles alternativas, ya que "lo ideal es emplear un material biodegradable" para sustituir los sacos de plástico históricamente utilizados en la acuicultura. El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), el Centro Tecnológico del Mar (Cetmar) y el Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) son tres piezas clave en la estrategia de la Xunta para plantar cara a la contaminación marina y buscar alternativas que permitan el desarrollo sostenible de la actividad acuícola.

Rosa Quintana ya advirtió, en lo referido a los sacos plásticos de mejillón, de que se trata de encontrar un producto "que no genere residuos" y sea respetuoso con el medio ambiente "sin que esto suponga un coste añadido para el sector". El objetivo, sentenció ayer la titular de Mar en Vilagarcía, es "buscar soluciones que hagan más fácil el trabajo de los bateeiros al mismo tiempo que proteger el medio ambiente".