Una investigación realizada por investigadores del departamento de Ciencias del Mar y la Pesca de la Universidad de Washington contradice los resultados de otro trabajo a partir de la misma fuente que concluía que la huella ambiental de la pesca es del 55% y reduce este impacto al 4%. Es decir, 51 puntos porcentuales menos de lo que se creía en un principio. De esta forma su impacto sería, por ejemplo, menos de un tercio que la agricultura.

La investigación de la universidad americana alerta sobre la "alarma innecesaria" que provoca en al población el uso engañoso de datos científicos. El presidente de Cepesca, Javier Garat, afirma no saber el objetivo de "estas distorsiones de la realidad" -en referencia al anterior estudio-, pero asegura que, en todo caso, no es el de "conseguir unas pesquerías equilibradas y saludables". Garat considera "inadmisible" la "manipulación" en un tema que afecta al suministro de alimento para la población y a regiones cuya actividad económica depende de la pesca.