La Agencia Europea de Control de la Pesca (EFCA, por sus siglas en inglés) ha reforzado este año su presencia en Vigo, ciudad en la que tiene su sede desde hace una década. En las cuentas de 2017 publicadas el pasado mes la agencia informa que el Gobierno de España renovó antes de final de año el acuerdo de alquiler del Edificio Odriozola, que alquila en el número 4 de la calle García Barbón. El acuerdo, hasta 2022, incluye por primera vez la primera planta, que pasa a estar "disponible" y "de uso libre" por parte de la EFCA. La decisión de la agencia fue la de invertir en esa zona para crear una nueva sala de operaciones, de reuniones y también oficinas. Esta inversión, realizada al amparo de las presupuestos -que pasaron de 9 a 17 millones de euros con motivo de sus nuevas funciones de guardacostas-, llega de la mano también de un aumento en la plantilla, que ya roza los 70 trabajadores.
El anuncio de la ampliación del acuerdo para el uso del edificio tuvo lugar en julio del pasado curso, según pudo saber FARO. En aquella ocasión el por entonces Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) informó a la agencia que podrían disponer del las instalaciones por cinco años más y que, en esta ocasión, se incluiría el primer piso.
Es en ese primer piso en el que la EFCA realizó las obras entre el año pasado y comienzos de este para cubrir sus necesidades. Allí instalaron una sala de operaciones, pero también oficinas, despachos y una sala de reuniones. Todavía no ha sido mostrado al público, pero esta primera planta podría ser desvelada en la próxima visita a la sede con motivo de un homenaje por el décimo aniversario de la llegada de la agencia a Vigo.
En el terreno de la contratación, la EFCA cuenta con un total de 68 empleados y otros nueve "destacados nacionales", es decir, funcionarios de Estados miembros que ceden temporalmente a la EFCA. Solo en 2017 la cifra de trabajadores aumentó en 13 personas y respecto a 2016 las cuentas reflejan un aumento de gasto en esta materia del 20%, hasta 7,2 millones.
Las cuentas publicadas en julio reflejan que la agencia gastó el 98,3% de su presupuesto, que tras asumir -en 2016- las funciones de guardacostas junto a la Agencia Europea de Control de las Fronteras Exteriores (Frontex) y la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) se situaba en 17,1 millones (frente a los 9,9 del año anterior). Tras los desembolsos en el apartado del staff, el siguiente por importancia es el de gastos operacionales, que ascendieron a 7,09 millones de euros. Estas dos partidas se complementan con un tercera, de gastos administrativos, por 2,8 millones.
