El grupo de Economía Pesqueira de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha puesto la lupa sobre los efectos del furtivismo en la comunidad gallega, tal y como publicó FARO a principios del mes pasado. Un estudio elaborado por Hugo M. Ballesteros, María do Carme García-Negro y Gonzalo Rodríguez que fue publicado en la revista Marine Policy reveló que "existe una relación entre formar parte de una comunidad y que esta práctica sea aceptable".

Sin embargo, no quieren que la investigación se quede ahí. El investigador redondelano Hugo M. Ballesteros está peleando por una de las bolsas de post-doctorado que ofrece la Xunta para investigar en profundidad los efectos socioeconómicos. "A idea que temos é a de poder calcular o impacto real do furtivismo na economía, na xente, nos mariscadores, etc.", comenta Ballesteros. Para poder optar a estas bolsas uno de los requisitos incluye estar dos años fuera en uno de los centros de reconocido prestigio. "A miña idea é estar un ano en Portsmouth [Reino Unido] e outro en Lisboa, coa xente que traballa co furtivismo na zona", explica.

Consciente de las noticias que rodean a esta actividad en las inmediaciones del Tajo, el investigador apunta que "existen ramificacións" de la actividad que se desarrolla en Portugal y "que afectan non só ós portugueses, tamén ó sector galego, ós prezos ou á propia actividade". "Falamos de cantidades inxentes de marisco que chega de fora e que invade o mercado. Coñecer as implicacións socioeconómicas daría visibilidade ó problema", recuerda Ballesteros. En septiembre conocerá si puede llevar a cabo el estudio con esa bolsa o no.