Los agentes interceptaron la pasada madrugada a una furgoneta que salía del muelle de San Diego con cien cajas de sardina, que se dirigía a Matosinhos (Portugal).

El conductor no portaba ningún documento relativo a la trazabilidad del pescado, por lo que fueron decomisados los 1.521 kilogramos.

La Guardia Civil confeccionó una denuncia y entregó las sardinas en el banco de alimentos, informa a través de un comunicado.