El ministro de Trabajo tailandés, Adul Sangsingkeo, se reunirá la próxima semana con sus homólogos de Myanmar, Laos, Camboya y Vietnam para coordinar un plan que facilite la llegada de 42.000 trabajadores de esos cuatro países para incorporarse a un sector pesquero tailandés que encuentra dificultades para encontrar personal.

El Gobierno del país asiático quiere trazar un plan que gire en torno a dos puntos. El principal, la firma de un memorándum de entendimiento con los otros cuatro países del sudeste asiático para facilitar la entrada legal de migrantes. La medida se produce casi tres años después de que Tailandia recibiese una tarjeta amarilla por parte de la Unión Europea (UE) por pesca ilegal y por las condiciones laborales "explotadoras e inhumanas" a las que sometían a sus trabajadores -parte de ellos inmigrantes-. La otra pata del plan pasa por extender los permisos de trabajo a los cerca de 10.000 inmigrantes que se encuentran ahora mismo a bordo de buques tailandeses.