La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat, por sus siglas en inglés) entiende que la situación del marrajo, una de las especies de tiburón que captura la flota, está en peligro. Ayer defendieron esta postura en A Guarda delante de los palangreros guardeses de Orpagu, con su presidente Joaquín Cadilla a la cabeza.

-¿Por qué tiene el Icaat esa posición sobre el marrajo?

-Defienden su trabajo. Se limitan a describir las situaciones con los datos que tienen. Lo que está claro es que con esta situación, si no la revertimos, vamos a tener un problema serio. Hay esperanza por métodos nuevos de tipo genético que dicen que están utilizando y que pueden arrojar luz, pero no cabe duda que la situación es dramática. Y todo pasa por los datos de España.

-Fue uno de los temas que se trataron en el congreso. ¿Qué ha pasado con los datos españoles?

-Ahí algo pasó y nadie quiere hablar claro. Hay un cataclismo en los datos de 2016 a 2017. No entramos a valorar si se hizo bien o no, pero no es admisible ese cambio de un año a otro. Lo que pasó, fuese lo que fuese, no fue bueno para nosotros. Y hay quien dice que España no llegó con los datos necesarios y quien dice que se desestimaron por su calidad.

-¿Tan mal está el "stock" del tiburón marrajo?

-No, esa es la única tranquilidad que tenemos. Es más, este año está el mar lleno de marrajos y hay que estar escapando de ellos. No está mal el stock y todo está más cerca de lo que dice el experto Jaime Mejuto del IEO, con 30 años de experiencia, de que 3.000 toneladas para capturar en el Atlántico Norte son sostenibles. El problema está en cómo revertimos esta evaluación.

-¿Cuál es la solución que le ve a este problema?

-Vamos a tener que hacer nuestro propio trabajo entre todo el sector, con personas y científicos acreditados e independientes. Habrá que embarcar a los científicos necesarios para poder contrarrestar esas informaciones. Nosotros no percibimos en el mar ese cataclismo que muestran. Está claro que hubo datos que se trataron mal.

-¿Nada de esto se puede solucionar con observadores electrónicos? Fue uno de los temas del encuentro.

-No. ¿Qué es lo que aportan? No se puede vender que vaya a sustituir al observador físico, porque si hay que hacer muestras, como las genéticas de las que hablan, no pueden. Es lo que es, no va a evitar el trabajo científico que vamos a seguir desarrollando.