El grueso de la flota de cerco de la Ría de Vigo se ha desplazado al norte de la comunidad para buscar sardina. Pese a que el precio sigue sin ser el más deseado, la fuerte demanda prevista para estas fechas obliga a la flota a salir a por el recurso. Mientras, los cerqueros lusos hacen lo propio, pero critican el "excesivo celo" de los controles sobre esta especie y, en forma de protesta, cerraron la lonja de Matosinhos.

Pese a que algunos barcos (sobre todo los más pequeños) se han quedado en el puerto vigués, la mayoría de la flota está en A Coruña. En la comunidad esta semana la sardina se ha pagado a una media de 1 euro el kilo, según los datos de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, de la Consellería do Mar.

Por otro lado, la prensa portuguesa recoge estos días las quejas de su sector cerquero, y apelan a que, "cumpliendo siempre con las cuotas", las autoridades tengan más "sensibilidad" y "flexibilidad" a la hora de realizar los controles.