Un golpe de mar justo en el momento en el que se producía el izado de un aparejo cargado de pescado. Esa es la hipótesis más probable que se lleva barajando desde hace cuatro años para dar una explicación al hundimiento del arrastrero Mar Nosso en aguas asturianas ante la ausencia de un informe oficial sobre el accidente. Tanto la Administración lusa (puesto que el barco tenía bandera de Portugal) como la española (pertenecía a armadores gallegas) no han emitido aún los resultados de la investigación que se llevó a cabo sobre este siniestro, que en la mañana del 17 de abril de 2014 se cobró la vida de cinco de los doce tripulantes del pesquero. Un suceso que sacudió a la pesca gallega y, en especial, en la localidad de Marín, donde el buque tenía su puerto base.

Aquella noche, el barco de 32 metros de eslora partía casi sobre las tres de la madrugada del muelle pesquero de Avilés, donde había descargado caballa. Se dirigía de nuevo hacia el caladero, al norte de la zona de Luarca. Sobre las 11.00 horas, cuando se encontraba a unas 20 millas de tierra (37 kilómetros), el arrastrero emitió la última señal satelital antes de desaparecer del mapa. Dos horas más tarde otro pesquero gallego, el Mar da Galega, alertó a las emergencias de que el barco había volcado y que siete de los tripulantes estaban ya a bordo, a salvo. Faltaban otros cinco.

"Estuve dos horas en el agua junto al cocinero, que murió, hasta que fui rescatado", relataba entonces el buenense Francisco Pereira, jefe de máquinas. El cocinero era uno de los cinco marineros portugueses del barco que perdieron la vida en el naufragio: los fallecidos Antonio Abel Cascão Silva, Amérigo Suárez Regufe y José Estévez Faría -los cuerpos fueron re por el pesquero Kika y el barco de Salvamento Marítimo Alonso de Chaves- y los desaparecidos Francisco Silva Santos y Manuel Silva Carinha, cuyos cuerpos no pudieron ser recuperados del mar.

Por su parte, otros siete marineros pudieron salvar su vida y fueron rescatados por helicópteros. Francisco Manuel Alvitres, Jesús Álvaro González, Rafael Meixide Rodríguez y el luso Sebastião Ferreira fueron trasladados a los hospitales asturianos de Cabueñes y Jove con síntomas de hipotermia. José Martín Calo, Francisco Pereira Iglesias y el portugués Bernardino Augusto Korabicho, al Hospital Comarcal de Burela.

Investigación

En España el órgano encargado de analizar las causas de los accidentes marítimos (y emitir conclusiones y recomendaciones para evitarlos) es la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim, dependiente de Fomento), que recientemente publicó los informes de los accidentes de dos planeadoras en la Ría de Vigo en el año 2016 (publicados por FARO en la edición del pasado viernes). En el caso del año 2014, cuando se hundió el Mar Nosso, la Ciaim dio a conocer los resultados de las investigaciones de todos los accidentes salvo de barco de bandera lusa. En este caso, la comisión español "participa a petición de Portugal", ya que "de acuerdo con la normativa nacional lo internacional vigente España no está obligada a investigar este accidente".

Sin embargo, el Gabinete de Investigação de Acidentes Marítimos (GAMA) del país vecino ya ha publicado informes de accidentes sucedidos los años posteriores, pero no de este caso. Un siniestro que cuatro años después carece de explicación y del que solo se puede hacer una idea de lo sucedido a través de las declaraciones de los marineros en los días siguientes: todo sucedió muy rápido y a la hora de introducir el aparejo a bordo, acompañado de un inesperado golpe de mar. Es la única hipótesis existente. La respuesta hasta la fecha de un accidente de sin explicación desde 2014.