Es una historia entrañable, y es de verdad. Dos hermanos escoceses. Le instalaron un GPS (con ayuda de sus padres, suponemos) y lo echaron a navegar con la intención de cruzar todo el Atlántico.

El pequeño barco ha sido bautizado como Adventure por los hermanos, y ha pasado ya por numerosas peripecias. Una familia danesa llegó a abordarlo en alta mar y, tras contactar con la familia por Facebook, lo devolvió al agua para que continuara su travesía.

Y casi lo han conseguido. A través de este enlace del pequeño juguete, que está a punto de tocar tierra entre Surinam y la Guyana Francesa.