Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La UE advierte: Gran Sol será Vietnam

Divulga un durísimo documento en el que explica a los armadores las consecuencias si no hay acuerdo de desconexión con Londres. "Es su deber avisar de los potenciales riesgos"

Cartel contra la extensión del periodo transitorio. // FFL

En la novela 1984, de George Orwell, Winston Smith trabajaba en el Ministerio de la Verdad (Miniver). Escribía sobre victoriosas jornadas bélicas y las bajadas -que en realidad eran subidas- del precio del chocolate para júbilo de los súbditos del Gran Hermano, que cada día recibían un empacho de información que olvidaban al día siguiente. No contaba la verdad -ese no era su cometido-, sino lo necesario para alimentar una reacción de las masas. Algo parecido ha hecho ahora la Comisión Europea; no es que mienta, sino que sitúa a una industria, la pesquera, en un escenario futurible y catastrofista para empujar a Londres a que firme con celeridad un acuerdo de desconexión y un pacto para el periodo transitorio del Brexit. Porque en Downing Street se han olvidado que, si no hay avances, en marzo de 2019 estarán fuera de la Unión Europea. Que los barcos que faenen en su territorio (Gran Sol, Malvinas) estarán en un tercer país. Como si operaran en Papúa. Como si tuvieran bandera de Vietnam.

"Realmente, y a pesar de lo que parece acojonar, son unas notas que la Comisión ha sacado avisando a todos sus administrados, incluyendo a Reino Unido, para ilustrarlos de los peligros de que no haya acuerdo", exponen fuentes del sector. Y la nota, que tiene fecha del 9 de abril, sí asusta. "A menos que se ratifique un acuerdo que fije otra fecha [para el periodo transitorio], todas las leyes de la Unión dejarán de aplicarse en Reino Unido desde el 30 de marzo de 2019. Reino Unido se convertirá en un tercer país". Como avanzó FARO en exclusiva, Londres accedió hace casi un mes a extender el periodo transitorio hasta 2021, durante el cual tanto la flota de Gran Sol como la de Falkland Island (las Malvinas) podrían continuar operando como hasta ahora.

El pacto dio un respiro al sector en Galicia pero encendió los ánimos de eurófobos como el colectivo Fishing for Leave, que ha echado el resto con manifestaciones y divulgación de parafernalia pro-Brexit. El hecho es que "la transición está acordada pero no formalmente firmada", ahondan las mismas fuentes. Por eso Bruselas ha lanzado esta advertencia, dirigida únicamente a la industria de la pesca. "A la vista de las considerables incertidumbres, se recuerda a los operadores de producción, procesado, marketing, distribución y venta de pescado que Reino Unido se convierte en un tercer país". Y esto, enumera, "tiene las siguientes consecuencias".

| Cómo pescar. Dentro de 348 días, y si no hay acuerdo -la Comisión introduce esta coletilla en cada frase-, cualquier barco que quiera faenar en aguas de jurisdicción británica deberá tener permiso de Londres que, por otra parte, dejará de someterse al reparto anual de cuotas. Así que un centenar de buques de Gran Sol y unos cuarenta de Malvinas se quedarán sin licencia a menos que Madrid se las consiga, previo visto bueno de Bruselas. Nada se sabe de cómo fijará Reino Unido los criterios de reparto, aunque el ministro Michael Gove se ha decantado por un sistema como el noruego. El mismo protocolo de control se fijará a la hora de acceder a los puertos para descargar el pescado: los buques de capital gallego con bandera británica serán también de un "tercer país".

| Cómo vender. Para que Reino Unido pueda exportar pescado a la Unión Europea deberá remitir información a Bruselas. "Los productos pesqueros solo se podrán importar cuando tengan un certificado de captura, que tendrá que ser validado" por las autoridades británicas. El texto no hace referencia al pago de aranceles.

| Los productores. Las organizaciones de productores con base en Reino Unido dejarán de tener esta consideración para la Unión Europea.

Compartir el artículo

stats