Los picos altos de contaminación fecal en la zona de la playa de A Xunqueira, en Moaña, ponen en peligro el trabajo de las alrededor de 80 mariscadoras de a pie que trabajan en este banco en la extracción de almejas y berberecho, incluso al sector del marisqueo a flote. El último muestreo realizado por el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) reveló unos índices de la bacteria Echerichia coli ( E.coli), con los que se controla otras peligrosas para el ser humano como la Salmonella, muy por encima de los permitidos para la actual clasificación como Zona B que tiene esta playa, incluso para bajar a Zona C.

De persistir estos valores de fecales en las analíticas de la próxima semana, la Consellería de Mar se vería obligada a rebajar su clasificación a C, incluso, a prohibir la extracción de los productos que se cultivan en ella, ya que no se garantiza su salubridad. Por el momento la Consellería de Mar solo confirma que el histórico de análisis en esta zona siempre fue bueno, pero que en este año han empezado los malos resultados, aunque considera que "es especular" con decir que ya pasará a ser clasificada Zona C.

Según el último muestreo del área de producción de la ensenada de Moaña, realizado hace alrededor de una semana, el índice de E. coli superaba los 20.000 (unidades por cada 100 gramos de carne y líquido intravalar), cuando el parámetro permitido para ser Zona B es de menos de 4.600 y para "C" de menos de 46.000. Por encima de esos niveles, como es el caso, se prohíbe la normativa prohíbe la extracción de los productos que se cultiven. En estos momentos el área de la ensenada de Moaña, delimitada desde O Con hasta Punta Arroás, está clasificada como Zona B, que obliga a que los moluscos bivalvos que se extraigan de ella para su puesta en el mercado para su venta, deben de ser sometidos a un proceso de depuración o de reinstalación. La zona estuvo muy cerca de conseguir la máxima clasificación de "A" que quiere decir que los productos procedentes de la misma se pueden poner a la venta directa en el mercado.

El sector vive tensión, pero nadie quiere dar la cara para denunciar la situación. La presidenta de las mariscadoras, Dolores Álvarez, asegura que no se van a pronunciar y que todo el asunto lo está llevando la cofradía. En el pósito también se dan largas y el concejal de Medio Ambiente, Odilo Barreiro, es escueto. Dice que en el Concello no tiene detectado ningún problema de vertidos, admite que sí mantuvieron reuniones con el sector por esta situación pero quien tiene que hablar es la cofradía, mientras que la alcaldesa, Leticia Santos, señala que no están detectados vertidos y lo que hay es una analítica que indica valores anómalos para esta zona. Reconoce que están teniendo contactos con el sector y trabajando conjuntamente para intentar determinar la posible causa.

Fuentes consultadas apuntan a que el problema podría deberse a los aliviaderos de la red de saneamiento de la depuradora de A Guía que se abren para verter al mar ya que la instalación no tiene capacidad para absorber todos los residuos.