Los armadores de buques de arrastre y cerco gallegos verán lastrada su actividad para el próximo año. El reparto de la Unión Europea acordado ayer deja sin casi 3.000 toneladas en cuotas de merluza y jurel a los buques que faenan tanto en aguas españolas como lusas, a lo que hay que sumar la reducción de un 20% acordada hace dos meses en el caso de la caballa -como avanzó FARO-, que se traduce en 7.686 toneladas menos. Pese a que las rebajas fijadas suponen un alivio frente al drástico tijeretazo inicial planteado por la Comisión Europea, los resultados dejan a España con 12.700 toneladas menos en cupos de las principales especies, lo que equivale a dejar de ganar al menos 20,1 millones de euros para el próximo año, según los precios de mercado.

La flota de litoral gallega tiene un rendimiento por buque inferior a la de Gran Sol, pero tiene una gran relevancia en los puertos de Vigo y Marín en el caso del arrastre y en toda la comunidad en el caso del cerco. Este último segmento de flota cuenta con casi 150 unidades y la asociación que aglutina a casi un centenar de ellas, Acerga, calificó el reparto de "disparate". El recorte de un 24% para el jurel de la zona IXa (de Fisterra al Golfo de Cádiz) es un duro golpe para unos armadores que basan su año en esta especie y que no se ven compensados con la subida del 21% en la zona VIIIc (de Fisterra al País Vasco). Y más en el caso de 2018, para el que contarán con un escaso cupo de xarda (a la rebaja hay que sumar una multa por sobrepesca en 2009 y 2010) y con, al menos, 1.700 toneladas menos de sardina (si la Comisión acepta el plan presentado por España y Portugal a comienzos de mes). "Se reducen mucho las posibilidades de pesca. No sé si en Bruselas son conscientes de la situación", indicó Andrés García, portavoz de la asociación.

En el caso del arrastre de aguas ibéricas tanto la Administración española como la gallega celebraron el "importante" logro en las negociaciones que supuso dejar atrás la propuesta de un 30% menos de merluza para 2018, pero la flota seguirá perdiendo un 12%. "Es una especie para la que había serias opciones de incremento. Hay unos niveles altos de biomasa en estos caladeros", criticó Juan Martín Fragueiro, gerente de la Asociación de Armadores de Marín.

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Con una importante flota de arrastre de litoral y dos cerqueros, el responsable de la flota marinense, explicó que "las cuotas deberían haber sido más altas", para lo que puso de ejemplo el caso del rape (se mantienen las mismas 3.296 toneladas que el año pasado), especie de la que dijo tiene "unos niveles de biomasa en estado óptimo".

Las otras especies de gran interés en aguas ibéricas para la flota son la cigala, la raya y la anchoa, que suponen también la única buena noticia para este caladero. En el primer caso la flota dispondrá de un 15% más al sur de Fisterra y se abre la opción a una campaña experimental en el Cantábrico, que ahora tiene un TAC cero. En el segundo, la flota de artes menores respira aliviada al comprobar como el cupo aumenta hasta las 1.337 toneladas (un 15% más), ya que cada año desde las cofradías lamentaban que el cupo fuera tan escaso.

Una situación diferente es la de la anchoa. Unos informes científicos presentados a última hora lograron levantar la poda planteada para esta especie por la Comisión para la zona IXa, de un -43%. Finalmente se mantendrán las 5.978 toneladas, pero el cerco tan solo podrá disponer de un 1,14% de la cuota por el reparto que existe con el Golfo de Cádiz. En lo que respecta a la zona VIIIc y el golfo de Vizcaya, la flota contará con las mismas 29.700 toneladas.

Gran Sol

Las negociaciones fueron seguidas muy de cerca por diversos miembros del sector. Entre ellos se encontraba Hugo González, gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), que calificó el resultado del encuentro en Bruselas como un "golpe encajable" para la flota de Gran Sol. "El armador entenderá el planteamiento de la Administración por salvar el draconiano recorte de merluza, pero vamos a tener menos cuota y va a permitir pescar X mareas menos", explicó.

La flota gransolera dispondrá el próximo curso de un 7% menos de merluza en su caladero más emblemático (18.434 toneladas), lo que para González es "aceptable" al "ofrecer dudas la última campaña científica sobre la especie". Sin embargo, afecta más la reducción de un 10% en el caso del gallo, dada la importante flota rapantera que existe en la ciudad.

Por otro lado, el responsable de ARVI sí celebró la subida de un 15% en la raya -"nos viene muy bien"-, pero criticó la falta de movimiento en la de rape, una especie de un alto valor comercial. "Creemos que está mejor y llevamos 2 o 3 años pidiendo que suba; no hay manera", comentó al quedarse en las mismas 1.584 toneladas.

Reacciones

Los ministros de Pesca alcanzaron un acuerdo a las 7.38 horas de la mañana de ayer tras casi 22 horas seguidas de negociación. La reticencia de los países a ceder en sus posturas ante la posición adoptada por la Comisión un mes antes provocó avances muy lentos, a lo que sumó el miedo a la aplicación de la obligación de desembarques -la prohibición de los descartes- y a la cercanía del Brexit, con todas las incertidumbres que existen a día de hoy.

La primera propuesta de compromiso, tumbada el martes por la mañana, apenas incluyó alguna "concesión" de cara a las peticiones del Gobierno español, lo que provocó las quejas formales tanto del Ministerio de Agricultura y Pesca como de la Consellería do Mar, como trasladó su responsable, Rosa Quintana. La segunda, que se esperaba para las 18.00 horas, no trascendió hasta la noche y fue en ese momento cuando se dio a conocer que el Consejo no se reuniría hasta las cuatro.

Una vez conocido el resultado, Tejerina hizo una "valoración positiva (...) ante una propuesta durísima por parte de la Comisión Europea, de la misma manera que lo ha sido el proceso de negociación", y estimó que el resultado final va a dar "estabilidad a la flota".

Por su parte, el responsable de la patronal española, Javier Garat, recordó la "estabilidad" que dan estos resultados y criticó la posición cada vez "más radical" del comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, a favor de tener en cuenta los criterios de sostenibilidad medioambiental y "despreciar los sociales y económicos".

Mientras, el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), el gallego Basilio Otero, indicó que hay algunos recortes "preocupantes" y calificó el resultado de "agridulce".