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La propuesta de España y Portugal para limitar las capturas de sardina

El plan que los países presentarán a Bruselas este lunes recoge medidas más restrictivas

Pescadores de cerco durante una jornada de trabajo en la Ría de Arousa. // Iñaki Abella

España y Portugal propondrán ante la Comisión Europea (CE) un límite de 14.600 toneladas de sardina para 2018 con seis meses de pesca dirigida, según explicaron representantes del Ministerio de Pesca al sector en una reunión que mantuvieron ayer en Madrid. Los Gobiernos de ambos países ultiman el plan de gestión plurianual (2018-2022) conjunto para regular la pesquería de la especie en aguas ibéricas, que prevén presentar a Bruselas el lunes con el objetivo de esquivar la recomendación científica de vetar su pesca en el próximo año.

"Todavía falta por determinar la cantidad que podrá capturar la flota de cada país", explicó el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, que indicó que los buques portugueses reclaman el 70% de la cuota y los españoles, el 40%, por lo que es necesario acercar posturas a este respecto. Este año, el límite fue de 17.000 toneladas, por lo que la propuesta para 2018 (14.600) supone rebajar un 14% las posibilidades de pesca de la sardina ibérica.

El portavoz de la asociación de cerco mayoritaria en Galicia explicó que el plan establece la pesca dirigida -orientada a la especie- durante seis meses, desde mayo hasta el 31 de octubre, y permitirá las capturas accidentales en abril. "Junio, julio y agosto, sobre todo, son meses claves para nosotros por la demanda y el precio que alcanza la sardina", concretó García. Los Gobiernos español y luso buscan convencer a Bruselas de que el plan de recuperación de la especie que elaboran permitirá incrementar un 5% anual su biomasa, por lo que establecen medidas "mucho más restrictivas".

"Con unos criterios en los que tenemos una biomasa que se recupera, podríamos llegar al Rendimiento Máximo Sostenible en 2024", aseguró a principios de noviembre el secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, sobre el plan que preparan ambos países. "La CE quiere un plan serio y la flota lo va a pasar mal, pero peor sería que cerrasen la pesquería", lamentó el portavoz de Acerga. Entre las medidas de control, la propuesta incluye las destinadas a cuidar y conservar los alevines de la sardina, para lo que España y Portugal requieren la colaboración activa del sector para determinar qué zonas deben cerrar para protegerlos. Precisamente, la ministra de Mar lusa, Ana Paula Vitorino, explicó que uno de los objetivos que persiguen es que la tasa de supervivencia de los juveniles aumente para que se incremente la capacidad de pesca y se resuelva el problema del recurso en aguas ibéricas.

García aseguró que, una vez Bruselas apruebe el plan, los representantes de los pescadores deberán reunirse con el Gobierno español para determinar los topes semanales o mensuales de capturas que se establecerán según la cantidad de sardina que puedan pescar los barcos nacionales. Además, el sector reclama poder usar la aplicación Gescuotas para controlar mejor el consumo de la especie en aguas ibéricas y evitar cierres inesperados.

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