Un auténtico "fósil viviente" que rara vez sale a la luz, un tiburón cobra, ha sido capturado recientemente en la costa del Algarve. Se trata de un ejemplar macho de 1,5 metros se encontraba a 700 metros de profundidad cuando se produjo la captura, según confirma el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA).

Esta especie de tiburón, característica porque su cabeza es muy similar a la de una cobra por su peculiar dentición, es una de las más antiguas. Habitaba las aguas de Atlántico hace millones de años y, además, se capturan muy pocos ejemplares, porque vive a profundidades de hasta 1.200 metros, razón por la que "su biología y su ecología con muy poco conocidas", de acuerdo con el IPMA.

En concreto, el escualo capturado presenta "características poco comunes". Fue pescado en agosto, pero su captura no se confirmó hasta esta semana, después de los oportunos análisis y comprobaciones del instituto luso, en el marco del programa Proyecto Minouw, que engloba a 15 países y tiene como objetivo reducir el impacto de la pesca en condiciones no reguladas o que pueden provocar daños ambientales.

El tiburón cobra, que puede alcanzar los cuatro metros, nada en una amplia franja del Atlántico, desde Noruega a Canarias pasando por Escocia, Galicia, Azores o Madeira. También fue avistado en otras zonas, como Australia, Nueva Zelanda o Japón.