El jesuita Baltasar Gracián dijo: "Saber y saberlo demostrar es valer dos veces". Y Conxemar lo hizo ayer con un trajín de exhibición en una segunda jornada con miles de visitantes al recinto ferial de Vigo. Entre los expositores, los que "nunca" habían visto una muchedumbre igual en el recinto y los que auguraban un éxito todavía mayor para la edición del año que viene. Que será la vigésima de una de las tres principales ferias de productos del mar del mundo y que tendrá, salvo catástrofe, 5.000 metros cuadrados más de espacio expositivo tras la ampliación del edificio. Lista para seguir codeándose con Bruselas y Boston.

Ni las colas para llegar al Ifevi ni la dificultad para encontrar un aparcamiento dieron un respiro a los 611 expositores de la feria (se incorporaron a última hora en pabellones nacionales). Y fue celebrado. Los comentarios sobre la gran afluencia de asistentes se escuchaban en cada rincón de una feria que respiraba optimismo. "Tanto ayer como hoy se nota más movimiento que el año pasado", decía ayer el gerente de una firma viguesa. Los stands se encontraban tan abarrotados que hablar con sus responsables se convertía casi en misión imposible. Entre bambalinas se cerraban negocios importantes mientras en los pocos minutos disponibles se daban a conocer las novedades y los acuerdos de las últimas semanas.