Científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) iniciaron ayer la campaña Descarsel 2017 -continuación de la iniciada en 2016- para estudiar cómo reducir los descartes del arrastre en el Cantábrico Noroeste y mejorar la selectividad de las capturas y la supervivencia de las especies afectadas por esta modalidad.

Un equipo formado por 15 científicos y técnicos de los centros oceanográficos de Vigo, A Coruña, Santander, Gijón y Cádiz partieron a bordo del Miguel Oliver y recorrerán la plataforma del caladero desde el litoral hasta los 500 metros de profundidad hasta el 10 de septiembre.

El estudio forma parte de las iniciativas del Ministerio de Agricultura y Pesca para cumplir con la obligatoriedad de desembarque que recoge la Política Pesquera Común (PPC) que facilitaría el uso de dispositivos o artes de pesca más selectivas. Los científicos utilizarán de forma experimental copos de pesca selectivos y dispositivos como ventanas de escape que evitan la captura de juveniles e incluirán una cámara submarina en los equipos para estudiar el comportamiento de las especies en la red y mejorar su diseño.

La campaña, que dirige el investigador del Centro Oceanográfico de Vigo Julio Valeiras también estudiará la supervivencia de peces e invertebrados demersales como rayas y cigalas y otras especies que la flota descarta de forma habitual.

Los científicos usarán nuevas tecnologías para analizar los tipos de descarte e identificar problemas relacionados con su gestión. "Se busca, además de velar por una explotación sostenible del recurso, mantener la actividad de las empresas de modo rentable sin que se produzcan consecuencias socioeconómicas perjudiciales para su viabilidad", informó el IEO.

El proyecto del IEO Descarsel tiene como objetivo lograr una pesca sostenible a través de la innovación en la selectividad de las artes con diferentes configuraciones de red y estrategias de pesca y mejorar la supervivencia de los peces. La entrada en vigor de la PPC introdujo la obligación de desembarque -que terminará de implantarse en 2019- para aquellas especies sujetas a cuotas y a un Total Admisible de Capturas (TAC). La mejora de la selectividad del arrastre pretende evitar que la flota se vea obligada a amarrar una vez agote la cantidad de determinada especie que puede pescar o que antes tiraba por la borda, especialmente en el caso de las choke species (aquellas para las que los barcos tienen poco cupo o ninguno) ante la obligación de llevar las capturas a puerto.