Los armadores de Vigo exigirán al negociador de la Comisión Europea en el proceso de salida de Reino Unido de la UE que la pesca no sea relegada a moneda de cambio. "Queremos que sea una prioridad", señala Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores (ARVI) y de la fundación Blue Fish -que lucha por los aspectos sociales y ambientales de la pesca- y que se reunirá con el francés Michel Barnier y también con el comisario de Pesca, Karmenu Vella. Previsto para octubre como muy tarde, en el encuentro entregarán un informe con las repercusiones del Brexit sobre la comunidad gallega y su flota. "Queremos resaltar la importancia de regiones como Galicia", añadió el vigués.

Con la intención de hacer ver la importancia de la flota que opera tanto en aguas de Gran Sol como de Malvinas, así como de los cientos de trabajos que se verán comprometidos (unos 1.800, según el propio sector), desde ARVI han decidido dar un paso adelante. Por eso el responsable de los armadores cree necesaria la elaboración de un dossier en el que se especifiquen las grandes repercusiones que tendría el Brexit en términos sociales. "Ya estamos defendiendo el punto de vista empresarial a través de la Alianza Pesquera Europea [EUFA]. Este es un nuevo enfoque del sector, centrado en el aspecto social y medioambiental", defendió Touza.

El objetivo de "intentar minimizar al máximo" los posibles efectos del Brexit, pero centrándolo especialmente en regiones altamente dependientes de la pesca y que se verán afectadas en el caso de que se de una negociación dura por parte de Reino Unido. Ahí es donde entra Blue Fish. La asociación internacional para la promoción de la pesca sostenible está presidida por Javier Touza desde febrero de este mismo año -sustituyó al francés Olivier Le Nezet- y la fundación para la pesca y el marisqueo viguesa, Fundamar, está integrada en ella. Ahora busca ser otro de los actores que presione en el seno de la UE para que la industria tenga la importancia que se merece. Pese a que no hay fecha para el encuentro con Vella y Barnier, el responsable de ARVI apunta a que será en octubre como muy tarde.

Alemania

Mientras, el futuro de los países con intereses en las aguas británicas sigue siendo una incógnita. El cambio de tendencia declarado por el ministro de Medio Ambiente de Reino Unido, Michael Gove, en el que afirmaba que buques de otros países podrán seguir operando allí, ha quedado en el aire.

Sin más comentarios sobre este asunto desde el Ministerio ni del Gobierno pese a la presión ejercida desde otros países y desde el propio sector en Reino Unido, tan solo desde Alemania se ha alzado la voz. Allí la canciller Angela Merkel aseguró en una visita a Cuxhaven (entre Dinamarca y Países Bajos) que ejercerá presión en las negociaciones para que los pescadores germanos no pierdan sus derechos en aguas británicas. "Vamos a presionar para que tengan condiciones justas", declaró Merkel.