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La pesca de litoral en Galicia

El cerco gallego afronta una rebaja de la cuota de anchoa en 2018 por exceder su cupo

-Las capturas sobrepasaron las 500 toneladas, cuando solo disponían de 56 desde marzo -"No se puede continuar así", critican desde Acerga en relación al reparto con Andalucía

El "Playa Arou", nueva unidad para el cerco gallego | El cerco gallego continúa con la modernización de sus unidades, tal y como publicó FARO en la edición del pasado 21 de mayo. El astillero La Venecia de Navia, Asturias, ha botado recientemente el Playa Arou, un cerquero de casco azul realizado en acero para un armador de Malpica. La factoría se encuentra ahora mismo en plena construcción de otras cuatro unidades para armadores gallegos, a los que se pueden sumar más en las próximas semanas, según explicaron responsables de la firma.

El cerco gallego teme que la Secretaría General de Pesca decida imponer una sanción para el próximo año sobre la cuota de anchoa. El motivo es que los buques aprovecharon los excelentes bancos de esta especie que encontraron al abrir la pesquería en marzo en la zona IXa, al sur de Fisterra, y las capturas se dispararon. Esto, unido al escaso cupo del que dispone la flota para este área (unas escasas 56 toneladas), provocó que el cerco pasase de las 500 toneladas, algo que están seguros que no pasará desapercibido por el departamento que dirige Alberto López-Asenjo. "Tendremos que ver en qué queda la cosa y qué es lo que se decide", explican fuentes del sector.

La anchoa es una especie cuya distribución en aguas de Galicia varía mucho de un año para otro. Sin ir más lejos, Pesca anunció el cierre de la pesquería este año a mediados de marzo, cuando la campaña dio comienzo el día 1 de aquel mes. Sin embargo, un año antes el cierre no se había producido hasta agosto. Es decir, los barcos siempre intentan aprovechar al máximo las escasas opciones que encuentran una vez salen al mar, y más si se trata de la anchoa.

Galicia dispone de tan solo un 1,14% de la cuota total de la especie en la zona IXa, mientras que el resto es para los buques que componen la flota andaluza. De esta forma, el cerco gallego contaba con unas escasas 56 toneladas para capturar al sur de Fisterra, a los que se sumaron otras 200 que se guardaron de un intercambio con Portugal que llegó tarde el pasado año, cuando la especie ya había desaparecido de aguas de la comunidad. "Tal y como está la situación tenemos poca expectativa de que este año reabra", comenta Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), mayoritaria en el sector al representar al 63% de los 154 barcos de este segmento que hay en Galicia.

Ante esta situación, desde el sector vienen reclamando que se diferencie los stocks de esta especie entre la zona de Galicia y la andaluza, pero reconocen que es algo complicado. Además, se encuentran a la espera del nuevo plan de gestión prometido por Pesca, que podría recoger mejoras en sus cupos. "Dicen que trabajan en algo y a ver qué proponen. Eso sí, si es más de lo mismo nos obligan a seguir recurriendo", recuerda García en relación al plan de 2013 ya anulado por la justicia tras la reclamación de Acerga.

La creación de este nuevo plan también pone en duda el futuro de esta sanción, que supondría una disminución en las posibilidades de pesca para el siguiente año. "Pero el problema es el mismo: en Galicia hay anchoas y no se pueden pescar", sentencia García.

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