La Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) sigue "con preocupación" la escalada de ataques piratas a los buques que bordean Somalia. Tras años sin actividad en la zona, los esquifes volvieron a buscar presas en el golfo de Adén y el mar Arábigo y rara es la semana en la que no se produce un ataque o un acercamiento peligroso.

Los últimos ataques tuvieron lugar la semana pasada, en la que dos mercantes fueron atacados los días 31 de mayo y 1 de junio, respectivamente. En los dos casos lo barcos tuvieron un encontronazo con varios piratas pero finalmente pudieron escapar sanos y salvo. En el primer caso se trató de un buque petrolero con bandera de las Islas Marshall, que fue abordado y disparado por tres hombres en un esquife cuando pasaba por el estrecho de Bab-el-Mandeb. El capitán del buque informó de que les tiraron tres granadas. En el segundo caso, un buque cisterna fue atacado en el golfo de Omán y las fuerzas navales en la zona buscaron el esquife.

Días antes un pesquero coreano de bandera mongola había logrado escapar tras una persecución que duró más de una hora, según confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur. El comunicado fue publicado a raíz de que se llegó a pensar que el buque había sido secuestrado por los piratas.

Además, la United Kingdom Maritime Trade Operations (Ukmto), que supervisa la actividad en esta zona del mundo, ha reportado un total de dos avisos de acercamientos peligrosos y los dos ataques antes mencionados. El último fue precisamente sacado ayer, al informar de que un mercante fue perseguido por varios esquifes de forma sospechosa con cuatro o cinco personas en cada uno. Como siempre, llamaron a la precaución a todos los buques que trabajan por esa zona.

Esta época del año es cuando los atuneros se desplazan más al norte del Índico para realizar sus capturas, acercándose a esta zona conflictiva. De ahí que la preocupación en la flota siga en aumento.