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Caladero clave para la flota de Marín

Los cefalopoderos urgen activar el acuerdo con Mauritania al "colapsar" Guinea-Bisáu

Una quincena de arrastreros se encuentran pescando allí -Ocho barcos solicitaron una de las seis licencias para faenar en el país magrebí -Anacef pide a Pesca que actúe

en una foto de archivo.

Los cefalopoderos han solicitado las pertinentes licencias para poder pescar en aguas de Mauritania ya el pasado mes de marzo en base al acuerdo pesquero con la Unión Europea (UE) y, sin embargo, todavía no han podido empezar a faenar en el prolífico caladero. Las dilaciones por los trámites administrativos hacen que los arrastreros marinenses hayan tenido que acudir en masa a su otra importante zona de trabajo: Guinea-Bisáu. Con el acuerdo siendo renegociado estos meses, una quincena de buques han "colapsado" las aguas de este país africano y desde la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef) urgen a la Secretaría General de Pesca a que tome medidas para abrir cuanto antes la posibilidad de entrar en el país magrebí.

En una reunión con Alberto López-Asenjo, los responsables de la asociación ya expusieron su problema actual. El secretario general de Pesca tomó nota, pero por el momento no ha habido noticias sobre el último trámite que resta para que los buques ingresen en el caladero. De hecho, ahora las licencias pedidas han subido a ocho, pese a que la categoría creada en noviembre del año pasado para pesca demersal solo permite seis. Acudirán en función de la antigüedad y su precio es de 1.000 euros cada una, con la posibilidad de capturar hasta 6.938 toneladas de merluza, sepia, calamar y otras especies demersales.

Mientras, los quince cefalopoderos siguen faenando en Guinea-Bisáu, un caladero que, como publicó este periódico, concentra el 80% de las capturas de esta flota y que se convirtió en su refugio principal después de la expulsión de Mauritania en 2012.

A mediados de marzo ya había allí 13 buques faenando que se vio incrementado, entre otros motivos, por el paro biológico de abril y mayo en aguas de Marruecos. Y es que además, pocas opciones tienen estos arrastreros: a estos dos caladeros se suman los acuerdos privados con Angola y las dos licencias de pesca demersal de carácter experimental (de 1.000 toneladas) en Senegal.

Desde Anacef están pendientes de que el acuerdo con Guinea-Bisáu se renueve de forma satisfactoria. El actual vence en noviembre y la asociación pide que la UE luche por el mantenimiento de las condiciones actuales, que posibilita 16 licencias para los cefalopoderos con un precio anual que ronda el millón de euros. A estos se suman hasta 20 marisqueros de Huelva, 14 cerqueros congeladores y 9 cañeros.

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