Los Estados miembro de la Unión Europea (EU) dejaron sin pescar algo más de 153.600 toneladas de cuotas en tan solo un año, con un valor aproximado en el mercado de 270,8 millones de euros. Se trata de los últimos datos analizados por la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), que ponen de manifiesto que "la subutilización de las cuotas sigue creciendo", una situación que entienden se va a "agravar" con la implantación progresiva de la obligación de desembarque" en todas las pesquerías.
El despilfarro de los cupos es una constante prácticamente desde la creación de los mismos. Sin embargo, no se habían contabilizado de esta manera hasta que ARVI se lanzó a analizar el período 2008-2014 el año pasado, que finalizó con la publicación del libro "La puesta al día del sistema de TAC y cuotas ante la prohibición de los descartes" junto a la Consellería do Mar.
Ahora, Adolfo Ortega, del departamento de Estadística de los armadores vigueses, ha publicado la actualización con las cifras de 2015, que vuelven a situar al jurel como la especie de la que más cuotas se malgastan: más de 25.300 toneladas solo ese año. Mientras, cupos de otras especies como el rape o la merluza, de gran interés para la flota arrastrera española, se dejaron de utilizar en 6.595 y 13.643 toneladas, respectivamente.
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Los datos analizados entonces para siete años se han agravado al sumar un año más al informe. Y es que investigando el periodo 2008-2015, desde ARVI han descubierto que las cuotas sobrantes ascienden al 29% de las asignadas a los Estados miembro. Y de ellas, las que finalmente se quedan "en un cajón" asciende al 23,32%. O, lo que es lo mismo, de 20,6 millones de toneladas otorgadas a los países en esos ocho años se quedaron sin pescar 1.193.176 toneladas, con un valor de 2.104,5 millones de euros.
El libro fue creado con la intención de dar cuenta de los problemas que supone la obligación de llevar a puerto todas las capturas realizadas -conocida como obligación de desembarque- y, por ende, la estabilidad relativa por la que rigen los repartos en la UE. La publicación sirvió de base para reclamar un sistema "más eficiente" y una "mayor flexibilidad" para los intercambios de cuotas.
Sin embargo, desde la cooperativa siguen denunciando que existe una gran desinformación por parte de la Comisión Europea sobre el paradero de buena parte de las cuotas. Así, al sumar el 2015, los datos globales del informe indican que "la información no disponible sigue aumentando", al pasar de un 48,91% de las cuotas finales en siete años a un 49,81% en el período 2008-2015.
