Los cinco tripulantes de un barco hundido a 21,5 millas de cabo Vilán fueron rescatados ilesos ayer por la mañana por un pesquero que faenaba cerca de la zona del accidente. Los marineros se percataron de que el Centolo, con puerto base en Muxía, tenía una vía de agua y lograron saltar a la balsa para ponerse a salvo antes de que naufragase.

El patrón del barco aseguró que todo fue "muy rápido" y que en cuanto se dieron cuenta de que el buque se iba a pique dieron la señal de alarma y lo abandonaron. Salvamento Marítimo recibió el aviso a las 08.05 horas, tras lo que el centro situado en Fisterra movilizó a los servicios de rescate y al pesquero Caprichosa Dos que estaba en la zona. Este barco de artes menores con puerto base en Laxe fue el primero en atisbar a los náufragos e izarlos apenas quince minutos después de que saltaran a la balsa, tras lo que procedió a trasladarlos a tierra. El helicóptero Helimer 209 y la embarcación Salvamar Altair se dirigieron al lugar de los hechos, pero no fue necesaria su intervención en el rescate.

Todos los tripulantes, cuatro gallegos y uno procedente de África, se encontraban en buen estado cuando llegaron al puerto de Laxe, donde los esperaban sus familiares. "Están todos bien, sequitos, porque se pusieron dentro de la balsa y se alejaron del barco en cuanto detectaron que se hundía", dijo el patrón mayor de la Confraría de Muxía, Daniel Castro.

El hundimiento se produjo por una vía de agua pero se desconoce qué la provocó. Castro aseguró que las causas son muy "elásticas" y que son muchas las hipótesis que se barajan, desde un golpe del que no se percataron hasta la rotura de un tubo o un manguito. Tanto él como el patrón mayor de la Confraría de Laxe, Manuel Villar, coinciden en que no había temporal.

La Salvamar Altair permaneció en la zona del suceso hasta que retiró los aparejos, boyas y cajas que flotaban tras el naufragio y los llevó hasta el puerto de Muxía alrededor de las 13.00 horas.

El Centolo entró en servicio el 4 de noviembre de 1991, está censado para la pesca por modalidad de volanta en el Cantábrico Noroeste, tiene una eslora de 15,82 metros y el casco de madera.

Este es el cuarto naufragio de un pesquero gallego cerca de la costa en lo que va de año. El 3 de febrero, los doce tripulantes del Gure Uxua fueron rescatados en medio de un fuerte temporal a 50 millas de Luarca (Asturias); el 14 de marzo, el O Busi sufrió un incendio frente a la costa de Cedeira y el 29 el Olisan naufragó a cuatro millas de cabo Prior. En ninguno de estas ocasiones hubo que lamentar víctimas, como sí fue el caso del percebeiro Paco Souto, que el 30 de marzo cayó al mar mientras faenaba, lo que le costó la vida.