La flota que captura gallo -o rapante- en Europa es, principalmente, la de Vigo. Es por este motivo que la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) ha aunado esfuerzos con el Instituto Español de Oceanografía (IEO) para realizar una campaña conjunta en la que estudiar el potencial reproductivo del gallo. En concreto, el arrastrero Skellig Light II parte hoy desde la ciudad con un biólogo a bordo con el objetivo de actualizar unos datos que tienen una antigüedad de unas dos décadas o que, simplemente, no existen en la actualidad. La idea es estudiar cuatro stocks al tratarse de dos especies de gallo ( Lepidorhombus wiffiagonis y L. boscii) en dos caladeros diferentes: Gran Sol y el litoral del Cantábrico Noroeste.

La iniciativa se engloba en el marco del plan de producción y comercialización de la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto de Vigo (OPPF-4). A través de fondos FEMP, la campaña centrará sus esfuerzos en estudiar las denominadas "ojivas de maduración", que permitirán conocer como es la maduración de estas especies, "uno de los rasgos más variables en la vida de los peces explotados comercialmente", y por lo tanto estimar la cantidad de individuos reproductores.

Desde ARVI recuerdan que "hasta la fecha nadie se había preocupado" en hacer un estudio de este tipo, por lo que había una "falta de información biológica". No en vano, la ojiva utilizada para la evaluación del gallo L. whiffiagonis por el grupo de trabajo del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en inglés) fue estimada en 1998 y no ha sido actualizada desde entonces. En cuanto al L. boscii, "el conocimiento de los parámetros de madurez de los stocks es incluso menor".

Para poder llevar a cabo la investigación se van a estudiar 140 machos y 160 hembras de diferentes rangos de talla.

Gracias a esta "valoración más real del estado del stock" los armadores buscan causar un efecto en las estimaciones de los Totales Admisibles de Capturas (TAC), con la intención de que no se produzcan escenarios como los de este año, en los que la Unión Europea apostó por reducir las posibilidades de pesca un 15% en el litoral ibérico y un 25% en aguas de Gran Sol. Una decisión que "aceleró" este campaña de la cooperativa que tendrá su continuidad en aguas del Cantábrico con otro buque en los próximos meses.