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Especie clave para el cerco gallego

Los científicos esperan una buena costera de anchoa tras hallar abundantes juveniles

La población, estudiada en la campaña Juvena 2016 de AZTI, es la cuarta más alta desde 2003, con 370.000 toneladas -Junto a la Bioman certifican la buena salud del "stock"

Las redes de un barco de cerco vigués antes de partir hacia el País Vasco este año. // FdV

Los científicos están seguros de que la próxima campaña de la anchoa tendrá un "escenario favorable" para la flota. Así lo certifican después de haber analizado la especie a lo largo del año en dos campañas: la Bioman, realizada en primavera, y la Juvena, en otoño. La primera estimó que la población estaba entre las mayores desde que se iniciaron estos estudios en 1987 y la segunda, cuyos resultados acaban de darse a conocer, estima que la cantidad de juveniles de esta especie es la cuarta mayor de la serie temporal iniciada en el año 2003.

Ambos estudios fueron realizados por AZTI (centro tecnológico especializado perteneciente a la corporación Tecnalia) y en el caso de Bioman se estableció que la población está en "cerca de 120.000 toneladas", lo que la sitúa entre los tres valores más altos de la serie histórica. En aquel momento, los científicos y preveían que la estima final de biomasa se situaría por encima del límite, de 21.000 toneladas.

A estos datos hay que añadir los obtenidos en la campaña Juvena, realizada durante septiembre y que estima una biomasa de juveniles de unas 370.000 toneladas en aguas del Golfo de Bizkaia. Esto "vaticina un reclutamiento alto o medio-alto para el año próximo año", según señala AZTI, que para poder realizar esta campaña empleó los buques oceanográficos Emma Bardán y Ramón Margalef, de la Secretaría General de Pesca y del Instituto Español de Oceanografía, respectivamente.

Para poder llevar a cabo el estudio, AZTI realizó empleó la emisión de ultrasonidos -que alcanzan hasta los 400 metros de profundidad- para obtener un eco que da como resultado la estimación de biomasa de juveniles de anchoa, así como su localización (en su mayor parte fuera de la plataforma continental). Junto a esto se realizan pescas con los barcos oceanográficos que permiten determinar el tamaño medio, de unos siete centímetros.

Con los resultados de ambas campañas, así como los de Pelgas 2016 realizada por el Instituto francés de Investigación para la Explotación del Mar (Ifremer), el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) podrá realizar una recomendación de cara al reparto de Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas de la Unión Europea.

Precisamente este año la flota viguesa volvió al Cantábrico para participar de forma activa en la costera de anchoa tras un 2015 de ausencia, como informó FARO en abril. En aquel momento, al menos una decena de buques pusieron rumbo al País Vasco ante la escasez de jurel en aguas gallegas.

La campaña de anchoa contó en 2016 con una nueva distribución incluida por parte del Gobierno y que no gustó al sector del cerco gallego. Dividida en dos semestres -del 1 de marzo al 31 de junio y del 1 de julio al 1 de noviembre- la flota del Cantábrico podía pescar el 90% de las 25.000 toneladas habilitadas para la primera mitad del año, con un tope de 10.000 kilos diarios por barco de más de 120 GT (toneladas de arqueo) o una tripulación superior a 12 personas, siendo el límite de 8.000 kilos al día para los que no alcancen estos parámetros.

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