A última hora de ayer la Unión Europea logró un acuerdo sobre las cuotas de especies de aguas profundas para los dos próximos años, que deja las reducciones previstas en la mitad. Así, se baja a la mitad (del 20% al 10%) el recorte de la cuota de besugo en las zonas VI, VII y VIII (que incluye el golfo de Vizcaya), mientras que para la zona IXa (de Fisterra al Golfo de Cádiz) el cupo disminuyó del 13% y 14% previsto al 5%.

Según el comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, "por primera vez en seis años tenemos un acuerdo unánime para los próximos años, que permitirá una mejor gestión de las reservas en aguas profundas". Valoró también que en esta ocasión se sumaran al pacto los "dos países que votaron en contra" en un Consejo anterior, en referencia a la reunión de 2014, en la que España y Portugal se opusieron a las cuotas fijadas para las especies profundas en 2015 y 2016.

Además del recorte en el besugo, se mantuvo la bajada en la cuota de granadero, del 20% en 2017 y 2018 en las aguas de la zona VIII, mientras que en zonas VI y VII el recorte será del 25% para 2017 y del 2% para 2018. También rebaja casi a la mitad (del 20% al 11%) el recorte en el cupo de la brótola en todos los caladeros.

En el caso del sable negro, la flota española notará una disminución de la cuota que será del 10% (frente al 14% y 15% planteado) y en el caso del alfonsino finalmente se mantuvo la reducción del 5% de las capturas entre 2016 y 2017 y la misma cuota para 2018.

Según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, el resultado final ha sido una mejora de las posibilidades de pesca para estas especies profundas en 351 toneladas, lo que puede suponer más de 2,5 millones de euros en primera venta para el sector español.

Por otro lado, la ministra Isabel García Tejerina, junto con otros ministros europeos, manifestó la preocupación de España con respecto a los problemas que van a surgir con las especies de estrangulamiento (choke species) al no ser suficientes las flexibilidades (excepción de minimis, de alta supervivencia, flexibilidades interespecies e interanual) para conseguir una aplicación no traumática para las flotas europeas de la obligación de desembarque, especialmente en las pesquerías mixtas. Al igual que reclama el sector, la ministra pidió a la Comisión que se adopten las medidas oportunas para que se resuelva de manera satisfactoria este problema antes de 2019.