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Amenaza para la pesca extractiva

En busca de oro negro en los caladeros de Gran Sol

Reino Unido cierra la última ronda de licencias con casi una treintena de peticiones, que incluyen el área de Hatton Bank, rico en gallineta

Reino Unido está dispuesto a sacar el máximo partido posible a los recursos que esconden los fondos marinos de su plataforma continental. La semana pasada cerró el plazo de solicitudes para la ronda de licencias número 29, en el que hasta 24 compañías se mostraron dispuestas a hacerse con uno -o varios- de los 1.200 bloques que ofertó el país en Rockall Tough y MidNorth Sea High, es decir, al oeste de Escocia y entre las islas y el continente europeo. En total las 29 peticiones optan a ocupar 113 de estos bloques, lo que se traduce en una nueva amenaza para la flota que faena en esas aguas, como ya sucede con las prospecciones promovidas por el país vecino, Irlanda. En este caso, se ve afectado Hatton Bank, un caladero muy rico en gallineta, según explican fuentes del sector pesquero vigués.

La Oil and Gas Authority (Autoridad de Petróleo y Gas, OGA) del Gobierno insular informó que esta oferta -publicado por FARO a principios de agosto- estaba destinada "a zonas insuficientemente exploradas" de la plataforma continental de Reino Unido. Para ello, incluso llegaron a ofrecer rebajas de hasta un 90% por kilómetro cuadrado en las tasas de alquiler de sus licencias, con la intención de aumentar el interés de las empresas ante la crisis que vive el sector petrolero. "A pesar de la difícil situación, la industria ha respondido fuertemente a nuestra oferta", informó ayer Andy Samuel, presidente ejecutivo de OGA.

De esta forma, Londres explicó también que entre las 24 compañías se encuentras grandes del sector y también recién llegadas. "Esto confirma el alto potencial que queda en las zonas ofertadas", añadió Samuel. En este sentido, el responsable de OGA recuerda que para conseguir estos objetivos realizaron una fuerte inversión en datos sísmicos que sirvieran -y tentaran- a las empresas interesadas en extraer petróleo o gas mar adentro: un mapeo de 40.000 kilómetros.

Sin embargo, la OGA ya está preparando una nueva ronda de licencias, la número 30. Con la adjudicación por 23,5 millones de euros de un estudio de dos zonas al sur y al este del país (South West Britain y East Shetland Platform) a las firmas PGS y WesternGeco se analizarán más de 13.500 kilómetros, además de aproximadamente 20.000 de datos sísmicos reprocesados. El lanzamiento a la industria está programado para mediados o finales de 2017. Según la OGA, incluirá algunos bloques que no están disponibles desde la tercera ronda de licencias.

Una nueva amenaza

Esta ronda de licencias se ha convertido en una nueva amenaza para la flota gallega que faena en Gran Sol y en las aguas alrededor de Escocia, todas ellas de una gran importancia pesquera. Los daños provocados por la actividad petrolera en el medio ambiente y, en especial, sobre los recursos marinos hace que los armadores se muestren inquietos ante los avances de la fiebre petrolera, que pese a no vivir su mejor momento no para de expandirse.

Este es el caso también de otros caladeros clave para los buques de Galicia -o de empresas gallegas que tienen abanderados sus barcos en otros países-, como por ejemplo Irlanda, Malvinas o Namibia, de reciente actualidad por su intención de crear una mina marina de fosfato.

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