Ángel López Soto es una referencia en el sector pesquero de Vigo. Un nombre equiparable al de José Pereira, José Puerta o Ángel Martínez Varela y que hace 40 años emprendió una aventura de éxito que no se cansa de innovar. El grupo Alfrío (Ángel López Soto SL y Procsa) ha decidido apostar ahora por una gama de langostino cocido, que en Galicia solo transforma una de las plantas del grupo Nueva Pescanova (la antigua Bajamar Séptima, en Arteixo). "Es curioso porque la producción estaba más en Burgos o Palencia", dice el ejecutivo, que ha amarrado el relevo de su compañía en sus hijos.

Ultracongelados Alfrío cuenta con dos plantas de elaboración de productos del mar en Ribeira y Ghana (es propietaria única de esta factoría, ubicada en Prampram) y una de precocinados en Sárdoma. La transformación de pescado se realiza en la de Ribeira, mientras que Procsa (Vigo) está especializada en productos derivados con preparación de empanados o enharinados. El pulpo es una de las principales especies de la gama de cocidos, entre las que se encuentra también el mejillón o el langostino vannamei. "La planta de Ghana nos permite controlar materia prima como la sepia o el atún", continúa López Soto, que hasta hace cuatro años participó en el capital de Iberconsa.

Para su 40 aniversario Alfrío ha estrenado página web y renovado su packaging, novedades con las que ha acudido a la XVIII edición de Conxemar. El 54% de su facturación, que en 2015 alcanzó los 64 millones de euros, procede del extranjero, y la intención es la de continuar diversificando mercados. "Es un entorno de muchísima competencia", sobre todo en la línea retail, donde las distribuidoras complican cada vez más la penetración de nuevas marcas. Estados Unidos es uno de los países de mayor atractivo y apuesta para el grupo, que vende en más de una veintena de mercados. Cuenta con 292 trabajadores y comercializa al año 18.000 toneladas, entre elaborados de productos del mar, precocinados y productos de importación.