Las poblaciones de cefalópodo que se reparten por el globo gozan de una buena salud, según explicó el experto Ángel Guerra, profesor del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC) de Vigo, durante la celebración del Congreso Mundial de Cefalópodos organizado por Conxemar y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). "Es cierto que hay situaciones locales en las que vemos que no es así, pero en general es buena", concretó el investigador. Una opinión que, como reconoció, es una "contradicción" debido a las quejas del sector a lo largo del año por la crisis de existencia que vivió la industria y que llevó a la celebración del evento.

Guerra, que protagonizó una de las primeras ponencias tras la inauguración, aseguró también que se trata de una especie "con características muy particulares" y que, por este motivo, "es difícil predecir lo que va a pasar en el futuro" en los diferentes caladeros. No obstante, el experto opinó que la tendencia global "es hacia el aumento" aunque entre la población aparecen especies "que de momento no son comerciales y que a lo mejor con el tiempo lo son".

En este sentido, recordó también que los datos sobre la biomasa -la población- se han obtenido en base a estudios de varios expertos, por lo que se trató de hacer "lo más global posible". Este es el motivo de que existan casos locales en los que la situación del cefalópodo es mala -o muy mala-, como en Argentina, donde las capturas de pota (Illex Argentinus) hasta septiembre fueron de 57.542 toneladas y la flota -con buques de las principales pesqueras viguesas- se vio obligada a amarrar.

Sin embargo, el experto también concretó que para que le recurso sea sostenible "hay que tomar algunas medidas", que pasarían por lograr indicadores que alerten de la sobreexplotación del recurso; procurar crear estadísticas históricas; la identificación, protección y conservación de hábitats esenciales de los cefalópodos y actuar frente a la contaminación, sobre todo en los lugares de puesta de la especie en el litoral.

Ángel Guerra intervino después de una inauguración en la que intervinieron el presidente de Conxemar, José Luis Freire; el director general de Pesca de la Xunta, Juan Maneiro; el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y el secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Andrés Hermida, además del director de la División de Políticas y Recursos de Pesca y Acuicultura de la FAO, Manuel Barange.

Este último incidió en que existen "variaciones importantes" en las pesquerías a nivel mundial y apuntó al cambio climático como posible causa de este fenómeno. El sector y diversos expertos de Argentina o de las Islas Malvinas ya apuntaron a lo largo del año que los cambios producidos por El Niño tuvieron mucho que ver en la situación del calamar y la pota.

Por su parte, Freire apuntó que el congreso aglutina "a prácticamente todos los países" cuyas flotas capturan cefalópodos, con el objetivo de conversar sobre los recursos pesqueros, las actividades comerciales futuras y la "conservación".

Tanto Andrés Hermida como Juan Maneiro destacaron la importancia de la especie tanto para el sector extractivo en nuestro país como las empresas transformadoras que lo importan desde otros países o que los pescan en sus aguas. Una especie "imprescindible", según el representante de la Xunta, que sustituía la conselleira de Mar, Rosa Quintana, que no pudo acudir por motivos personales.

Caballero, el último en intervenir, destacó el carácter internacional de la reunión y la importancia de "la cooperación" como "forma de entender el mundo" y de la "globalización en la confluencia de las voluntades".

Panel de África

Durante las ponencias celebradas por la mañana intervino también Nani Ould Chrouga, ministro de Pesca de Mauritania, país al que aspiran volver los cefalopoderos de Marín expulsados en 2012. El político explicó que pese a que el país no se dedica a la pesca de forma tradicional existe una "ligera explotación" del recurso.

En este sentido, informó que en 2015 se capturaron allí 10.737 toneladas de pulpo, 2.920 de calamar y 2.280 de sepia. Sin embargo, confía en llegar al rendimiento máximo sostenible gracias a las medidas que están aplicando, entre las que destacan cuatro meses de veda al año durante las épocas de reproducción de la especie.

Tras esta ponencia fue el turno de Oumar Gueye, ministro de Pesca y Economía Marítima de Senegal, dónde también faenan buques gallegos. En este caso, explicó que la pesca representa en el país el 3,2% en el producto interior bruto y que el año pasado supuso el 20,8% de las exportaciones, generando 296,7 millones de euros. De ellos, 42.09 millones corresponden a los cefalópodos, cuyo principal comprador es España, con el 19% de los envíos.

Mientras, Dino Moodaley, presidente de la South African Squid Management Industry Association (Sasmia), indicó que en Sudáfrica notaron la ausencia de cefalópodos en otras partes del mundo y la búsqueda de la industria para hacerse con el recurso al notar un aumento significativo de los precios.