Los palangreros gallegos están acostumbrados a no siempre obtener las capturas intactas cuando levantan el aparejo del agua. En algunas ocasiones, a las especies le falta un trozo o están mordidas. Habituales son los ataques a estas capturas tanto de aves marinas como de otras especies como el potón (un calamar gigante) y de la conocida como "falsa orca", habitual de zonas como el Índico y el Atlántico, siendo el Pacífico una zona libre de las dificultades que ofrecen este tipo de cetáceos a la hora de pesca. Al menos, hasta ahora, ya que la flota ha alertado de que algunos buques han sufrido este año ataques de forma continuada, lo que lleva en algunos casos a perder lances enteros de 50 piezas o más de pez espada y otras especies.
Así lo denuncia Joaquín Cadilla, presidente de la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) que faena con su buque en aguas del océano Pacífico. "Cada año los ataques están yendo a más y este fue el peor de todos. Hacía mucho tiempo que no había esta incidencia", relata.
Con puerto base en Perú, como otros buques de esta y otras asociaciones gallegas, Cadilla reconoce que lo habitual eran los ataques puntuales de potones. Han sufrido percances en zonas como el canal de Mozambique, en el Índico, en el Golfo de Guinea y algunos puntos de Atlántico. Pero no el Pacífico, donde no los "machacaban" como sucede ahora.
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Pero, ¿qué hacen estas "falsas orcas"? Simple. En una lucha uno contra uno el pez espada tiene las de ganar por su rapidez y la indudable arma que tiene delante de los ojos. Sin embargo, cuando se encuentran prisioneros en un anzuelo no tienen escapatoria y no se pueden defender. Es en ese momento en el que este tipo de orca ataca sin piedad. "Tienen la inteligencia suficiente como para ir siguiendo el aparejo y comiendo uno a uno. Dejan la cabeza como mucho", lamenta Cadilla.
Y es que por mucho que los buques se afanen en intentar evitar a este cetáceo, a veces no les queda más remedio que abandonar una buena y lucrativa zona de pesca para que las orcas no se coman todas las capturas. No en vano, son capaces de arruinar un lance entero compuesto de unas 50 piezas. Y no solo comen pez espada. También atacan a los túnidos que a veces se capturan y a los tiburones, aunque de estos últimos solo se comen la zona del hígado.
Inteligencia
Además, por la experiencia en otros caladeros, los espaderos saben que se trata de un animal "muy inteligente", porque elige la mejor carne a su disposición y, como apunta Cadilla, "parece que se van enseñando de generación a generación".
Jaime Mejuto, investigador jefe del equipo de Túnidos y Especies Afines del Instituto Español de Oceanografía (IEO) de A Coruña, señala que para la "falsa orca" (Pseudorca crassidens) encontrarse un barco palangrero es como "ir al supermercado". "El aparejo está muchas horas en el mar y si lo encuentran no dejan nada", apunta. Según las investigaciones que ha realizado a lo largo de los años, esta orca no había sido un problema en el Pacífico hasta ahora.
Por eso la situación actual es de "incertidumbre". Los armadores, al igual que los investigadores, no saben si lo de este año ha sido puntual o si se trata de algo que se va a prolongar en el tiempo. Las principales repercusiones son que merma mucho la rentabilidad de una marea y que se retrasan las salidas. "El daño es terrible y llevamos un mes de retraso por este tema, pero tenemos que hacerla igual", señala Cadilla.
