"Las medidas adoptadas por la UE para controlar la pesca ilegal en África occidental están abocadas al fracaso si las autoridades comunitarias no reforman la normativa vigente y se prohibe la transferencia de capturas en alta mar". Esta es una de las conclusiones del informe publicado recientemente por el Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI, por sus siglas en inglés), un think tank con sede en Londres, en colaboración con PorCausa, una entidad española de investigación y periodismo.

La investigación detalla, con datos proporcionados por satélites y prácticas de seguimiento, las actividades de los buques frigoríficos y procesadores de bandera comunitaria que faenan en estas aguas, y revela cómo varios de ellos siguieron itinerarios que prueban el traspaso de capturas de pesqueros a frigoríficos en alta mar, sin ir a puerto.

La mayoría del cargamento de estos países llega a los mercados de la UE en contenedores refrigerados, un tipo de transporte no regulado por la normativa comunitaria sobre pesca ilegal, según el ODI.

El informe estima que el valor de los productos pesqueros ilegales que entran en la UE puede ascender a 1.100 millones de dólares anuales y que cuatro quintas partes del pescado exportado desde África en 2013 fue transportado en estos contenedores.

"Bruselas ha reconocido que entre 2012 y 2014 se bloquearon los cargamentos de 135 buques contenedores que faenaban con banderas de toda procedencia, lo que representa un insignificante porcentaje del total de las importaciones a la UE", lamenta el ODI.