Aduanas paralizó el pasado viernes en Vigo casi 300 toneladas de pescado -principalmente pez espada y tiburón- por un problema burocrático derivado de la utilización del nuevo documento creado por Bruselas para la certificación de los transbordos desde terceros países. Los 10 contenedores estuvieron retenidos hasta última hora de ayer, momento en que la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), a cuyos armadores pertenecía este cargamento, logró explicar lo sucedido a las autoridades aduaneras. "Sabíamos que los primeros contenedores que llegaran iban a tener algún problema. Nos anticipamos y aún así los tuvimos igual", clamó ayer visiblemente enfadada la gerente de la organización, Juana Parada.

Durante cinco días los contenedores permanecieron en el puerto tras llegar desde el sur de África, con el consiguiente gasto que ocasionó a sus dueños y la posibilidad de perder algún cliente que esperaba el cargamento. Todo, recuerda Parada, por culpa del nuevo certificado que entró en vigor el pasado día 1 de este mes. En ese momento el documento empleado hasta la fecha, el T2M, pasaba a mejor vida para dejar paso a nuevo certificado puesto en marcha por Bruselas para verificar la no manipulación de las descargas de la flota realizadas en terceros países.

Ante los problemas que se encontraban, el sector pidió que se pospusiera la fecha -como adelantó FARO a finales de marzo-, pero las autoridades aduaneras comunitarias se negaron. A partir de entonces, este nuevo certificado debe ir firmado por el capitán del buque y la Aduana del país tercero, además de ir acompañado de una copia del diario electrónico de a bordo (DEA).

Los armadores informaban antes de mayo que los puertos de estos terceros países no estaban informados de este sustancial cambio. "Después de pedir que se lo explicaran mandaron una carta a los delegados comunitarios para comunicárselo. Al final fuimos nosotros quienes informamos, pero aún así tuvimos problemas", comentó la gerente de Orpagu.

Tras convencer a Aduanas sobre la procedencia de estos 10 contenedores, Parada explica que "ahora van a ser flexibles con los que vayan llegando, pero piden que el nuevo certificado y el DEA estén totalmente relacionados". Y es que según explica, alegaron que el certificado de la carga no hacía referencia al código que crea el DEA con cada marea, por lo que los armadores temen más posibles paralizaciones a partir de hoy.

Este es el caso de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), que según explicó su gerente adjunto, José Antonio Suárez-Llanos, se encuentran en la actualidad trabajando para que estas retenciones no se produzcan. "Por el momento no hemos tenido ese problema porque todavía no llegó ningún contenedor. Lo harán esta semana", explicó.

Armadores de Marín

Por su parte, el director gerente de la Asociación de Armadores de Buques de Pesca de Marín, Juan Martín Fragueiro, comentó que sus asociados también se han ido encontrando problemas desde la aplicación de este nuevo certificado. "Hasta ahora hemos ido salvando la situación", comentó Fragueiro, que matizó que realizaron viajes a Mauritania (dónde tienen barcos) para explicar la nueva situación a las autoridades aduaneras. "Los problemas vienen cuando el patrón del buque tiene que expedir el certificado de origen. Esto tiene que ir acompañado del DEA, pero es que el DEA español no permite imprimir la declaración del transbordo, te obliga a imprimir todo. Y además, está en español", explicó.

Posteriormente los armadores de Marín se encontraron con un nuevo problema cuando la carga llegó a la aduana de Algeciras. Allí dijeron que el documento en francés no lo aceptaban y que lo querían en Español. "Hasta ahora hemos ido salvando la situación", agregó Fragueiro, que al igual que en el caso de ARVI, la carga de sus palangreros de superficie llegará en los próximos días. "La primera fase en el país de origen ha ido bien. Veremos lo que pasa", lamentó.