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Un sector en la encrucijada

La pesca perdió en Galicia dos de cada diez trabajadores en la última década

La afiliación al Régimen Especial del Mar disminuyó junto con la flota, que redujo sus unidades casi un 30% desde 2006 -El sector señala como causa la falta de cuota y de relevo generacional

El número de trabajadores relacionados con la pesca en Galicia ha descendido en la última década de forma dramática: por el camino se han quedado dos de cada diez afiliados al Régimen Especial del Mar. Con 20.880 trabajadores al cierre del año pasado, la comunidad representa el 36,2% del total de las personas que se dedican a este sector en toda España, que, por contra, disminuyó un 16% en el mismo período. El descenso coincide además con la desaparición de cientos de embarcaciones gallegas que o bien pasaron a mejor vida o fueron vendidas a otras partes del planeta. En total, casi un 30%. El sector cree que la causa para ambas bajadas está en dos factores clave que se están produciendo: por un lado, la falta de cuota para cubrir las necesidades de todos los buques que hay en la comunidad; por otra, la ausencia de un relevo generacional en la pesca.

Tomás Fajardo, presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, concreta que "los hijos no asumen la profesión de los padres" . "Mi padre siempre me decía que el mar era lo último para trabajar. Es penoso, arriesgado, mal remunerado?", relata Fajardo. Quizá por este motivo la Seguridad Social española perdió 6.338 afiliados desde 2006, la mayoría marineros enrolados en tripulaciones y autónomos. Un goteo continuo que no alzó el vuelo ningún curso.

Fajardo, que también recuerda que "la falta de cuotas" hace que se produzcan estos datos, explica que el mundo de la pesca intrinca un trabajo muy duro. Pese a que se considera como uno de los últimos reductos para poder llevar el pan a casa, con la crisis los números siguieron descendiendo de forma inexorable. En el comienzo del gran bache económico en Galicia, en 2008, los trabajadores del mar eran 25.467, a finales de 2013 fueron 22.120. Es decir, 3.347 puestos de trabajo desaparecieron en esos cinco años, casi un 53% de toda la década.

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"Es un sector cada vez menos atractivo. Las nuevas generaciones no lo ven como una salida", explica el presidente de la Asociación Española de Titulados Náutico Pesqueros (Aetinape), José Manuel Muñiz. "Hay mucha gente que, con las condiciones sociolaborales que existen, pues no están dispuestos. Prefieren ir a otra actividad económica", concreta.

Por este motivo, Muñiz critica la cada vez mayor contratación de tripulaciones no comunitarias, dispuestas a aceptar esos trabajos. Explica que "no es que no haya trabajadores españoles cualificados", sino que "lo que se busca con estas contrataciones es lograr más beneficios". "De esta forma se está yendo hacia una desregularización del mercado laboral, una práctica de semiexplotación que se lleva a cabo desde hace mucho tiempo", denuncia Muñiz.

Flota menor y más antigua

Junto al pronunciado descenso de los trabajadores se produjo también una reducción de la flota todavía más difícil de digerir. En total, Galicia tiene este año al menos 1.838 embarcaciones menos que en 2006 según el censo que maneja el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Este descenso de casi un 30% coincide, además, con una falta de renovación de las unidades existentes, tema que será abordado la próxima semana en la feria de Navalia en Vigo.

A este descenso de las unidades, que ahora se sitúan en 4.562 (un 48,5% del total de España, que son 9.409), se le une también un aumento de la antigüedad por esa falta de renovación. En concreto, de los 29 años de media que tenía hace diez años, los buques gallegos atesoran ahora 32 años de promedio, lo que la convierte en la flota con más capacidad más antigua de toda la Unión Europea.

"Lo que tenemos son puertos con barcos viejos, en fase de predesguace", concreta José Manuel Muñiz, mientras Fajardo apunta que "la idea del desguace siempre la tiene el armador cuando no ve salida".

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