El sector pesquero español respira algo más aliviado tras las últimas informaciones llegadas desde Francia sobre su intención de prohibir el arrastre de fondo a toda su flota. La iniciativa gala, publicada por FARO a mediados de este mes, ha sido frenada en la Asamblea Nacional (una de las dos cámaras que componen el parlamento francés) tras la presión ejercida por el propio sector galo, ya que los parlamentarios rechazaron la enmienda.

La decisión gala de apostar por esta prohibición suponía ejercer todavía más presión en los diálogos a tres bandas entre el Consejo, el Parlamento y la Comisión Europea -los llamados trílogos-, lo que acabaría afectando a los arrastreros españoles. Si bien son muy pocos los barcos que estarían afectados por esa prohibición de 800 metros que plantean desde Bruselas, la propuesta francesa podría ser de 600 o 400, lo que daría pie a que en un futuro también los buques españoles se vieran afectados por ello.

En este sentido, hay al menos 18 arrastreros de Vigo y Marín abanderados en Francia, con lo que serían los primeros afectados sobre esta decisión que ahora tendrá que pasar por el Senado francés.