Minutos antes del hundimiento del pesquero chino vemos las imágenes en las que una patrulla de la Prefectura Naval argentina, la fuerza que controla sus aguas territoriales, ametralla al barco asiático que se había acercado demasiado a la costa argentina para buscar calamares.

El pesquero chino acabó hundido y el presidente Mauricio Macri haciendo frente a su su primer conflicto internacional importante y precisamente con un socio estratégico clave. Los agentes ametrallaron el barco hasta causarle daños que provocaron que se hundiera en alta mar, pero no hubo heridos. Todos los tripulantes pudieron escapar en botes salvavidas y el capitán quedó detenido.

Argentina está acostumbrada a ver barcos extranjeros, sobre todo asiáticos, en aguas internacionales cercanas a su costa, pero hasta ahora no había tenido ningún conflicto de este calibre. No hay televisión china que no se haga eco de la noticia. Pekín ha presentado una queja formal al Gobierno y ha expresado su grave preocupación por el suceso.