Miles de personas participaron ayer en Santiago en la manifestación convocada por la Federación Galega de Confrarías de Pescadores en defensa del sector del mar, en la que los asistentes exigieron un cambio en la gestión política para garantizar el futuro de todas las personas que viven de esta rama del sector primario. La protesta contó con la presencia de profesionales vinculados con el mar -marineros, armadores, mariscadores, rederas o bateeiros, entre otros- de toda Galicia, pero también con representantes políticos y ciudadanos que quisieron mostrar su apoyo y solidaridad ante la difícil situación en que se encuentra el sector pesquero y acuícola gallego.

Los organizadores cifraron en más de 30.000 los asistentes a la manifestación, que llegaron de distintos puntos de Galicia en sus coches particulares o en alguno de los más de 100 autobuses fletados por concellos y cofradías, y calificaron de "histórica" la jornada reivindicativa, en la que se demostró "la unidad" de los profesionales del mar.

La manifestación partió de la alameda compostelana poco antes de las 12.00 horas bajo una intensa lluvia y recorrió varias calles de Santiago hasta llegar a la plaza del Obradoiro alrededor de las 14.00 horas. Los más pequeños fueron quienes encabezaron la marcha al grito de Que chova, que vente, o mar non se vende y portando una pancarta con el lema O mar é o noso futuro. Tras ellos, el resto de manifestantes portaba decenas de pancartas con diferentes reivindicaciones: Non á Lei de Acuicultura, En defensa do sector do mar, Na defensa do noso traballo: O mar é de todos e non está en venta o Defendemos o mexillón, non o salmón.

De hecho, los manifestantes instaron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a que comiera mejillón y no salmón: Feijóo, come mexillón. También la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y el director xeral do Mar, Juan Maneiro, fueron el blanco de varias consignas. La más repetida, y que se retomó en el Obradoiro -que se quedó pequeño para los manifestantes-, fue la de Rosa Quintana, dimisión. También un nutrido grupo de manifestantes entonó varias veces Juan Maneiro, es un trapalleiro.

Manifiesto

Una vez en el Obradoiro, el humorista gallego Carlos Blanco leyó un manifiesto titulado O latexo do mar de Galicia. Manifesto a prol do mar e da retirada da Lei de Acuicultura. Blanco calificó la jornada de ayer de "día histórico" y celebró la "unidad" de los que "viven del mar". Acto seguido, cargó contra el anteproyecto de Lei de Acuicultura, finalmente retirado, y contra la Xunta, el Gobierno central y la Comisión Europea que, dijo, tienen a los marineros "abandonados". Es más, aseguró que las actuales políticas suponen una "muerte segura" para el sector del mar, algo que, remarcó, el sector no está "dispuesto a consentir".

El manifiesto lamentó que Quintana pretendiese "cambiar de rumbo" del "destino" del sector del mar con la citado ley de acuicultura. "Cometió el error de infravalorarnos", sentenció Blanco. "No podemos confiar en sus palabras", sostuvo el humorista antes de gritar Conselleira, dimisión, consigna que los manifestantes repitieron varias veces duran el discurso.

El manifiesto exigió además un "cambio absoluto" del actual reparto de cuotas, "que enriquece a una minoría" y defendió "una mayor defensa de la pesca artesanal". También reclamó el "saneamiento" de las rías, "recursos" para "avanzar en el conocimiento" de las "mareas rojas" y la "defensa, identificación y etiquetaje" de los productos gallegos. Y es que calificó de "burla" y "engaño" que "muchos productos foráneos" lleguen a los mercados "identificados como gallegos".

Por último, apostó por "alternativas de futuro" para facilitar la incorporación al mar de las nuevas generaciones, "si lo desean". "Santiago no tenía mar y el mar viene a Santiago. Aquí estamos y seguiremos. Viva el mar, viva Galicia", proclamó Carlos Blanco momentos antes de que finalizase la manifestación con el himno gallego.