Los países de la Unión Europea (UE) dejan sin pescar un sinfín de cuotas de diferentes especies cada año. Uno de los casos más sangrantes y que más afecta a la flota española es el del rape. Francia deja en el cajón, sin utilizar, miles de toneladas cada año de este apreciado pescado. En concreto, entre los años 2008 y 2014, el país galo despilfarró 41.836,9 toneladas de rape, que no fueron redistribuidas y que simplemente no se utilizaron. Esta cantidad equivale a 10 veces la cuota anual que cada año recibe España -unas 4.000 toneladas-, insuficientes para una flota que reclama una redistribución de los cupos sobrantes, como dejó patente el lunes la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, en el Consejo de Ministros de la UE.
España, deficitaria de estos cupos desde su entrada como país miembro en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986, reclamó que estas toneladas sobrantes sean repartidas entre los demás países. La demanda recoge así las peticiones de los armadores y, en particular, las que proclama desde la ciudad olívica la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), que recientemente elaboró un estudio en el que se pone de manifiesto que un millón de cuotas pesqueras se quedaron en los cajones de los estados miembro entre los años 2008 y 2014.
Uno de los casos más sangrantes que analiza este informe es el del rape. En estos siete años se despilfarraron 63.406,37 toneladas de este especie, que alcanzarían un valor aproximado de 285 millones de euros. Solo Francia dejó en el cajón el 66% de esa cantidad total. Desde 2008 contó con 193.194 toneladas de cuota, de las que no pescó 41.836,9 toneladas que equivaldrían a unos 234 millones de euros teniendo en cuenta el valor medio que alcanzó en lonja el año pasado esta especie. Un dinero del que ningún pescador europeo pudo beneficiarse.
Un caso similar pasa con Bélgica. De las 23.860 toneladas de cupos que la UE repartió a los buques belgas en este período, el país dejó sin pescar casi el 40%: 9.363,3 toneladas que tendrían un valor de 54,4 millones de euros.
"Y estos números tan reflejan los datos que existen, porque no de todas las pesquerías y países existe información", informó el gerente adjunto de ARVI, José Antonio Suárez-Llanos, autor del estudio que lleva por nombre La puesta al día del sistema de TAC y cuotas ante la prohibición de los descartes. Este es el caso, por ejemplo, de Reino Unido: los barcos del país tuvieron 108.040 toneladas de cuota de rape desde 2008 y dejaron sin pescar 8.254,3 toneladas, una cifra que es mucho mayor teniendo en cuenta que no existen datos en este sentido de los años 2010 y 2014.
El estudio, que será publicado en forma de libro el próximo mes y que contará con la colaboración de la Xunta de Galicia, señala que España también deja algunos cupos sobrantes (3.011,1 toneladas de las 30.839 que la UE otorgó en ese período), pero Suárez-Llanos explica que "este es el modelo que emplean las administraciones". "Además del tema de negociaciones entre estados para intercambiar cupos, normalmente siempre se deja alguna reserva, que suele ir hasta el 10% de la cuota", indica el gerente adjunto de ARVI. En el caso de España, la cifra es el 9,76% respecto al total.
En el caso español, además, la reducción de la flota de estos años (por desguaces y abanderamientos en otros países) es patente. "Toda la flota que se ha ido de Vigo lo ha hecho debido al rape", sentencia Suárez-Llanos.
La estabilidad relativa
El culpable de que a España le toque tan poca cantidad de rape pese a tener la flota más numerosa es el criterio de estabilidad relativa, que entró en escena tras la adhesión de España a la CEE. Al igual que sucedió con otras especies hace tres décadas, los buques españoles (la mayoría gallegos) obtuvieron un porcentaje de cuota de rape ínfimo. Algo que no ha cambiado en 2015: en la zona VI de las aguas comunitarias, al noroeste de Irlanda, los barcos solo pudieron capturar el 3,8% del TAC. Para la zona VII (oeste de Irlanda), España dispuso el año pasado del 3,6%, lo mismo que en 1986. Un reparto injusto que los armadores, con ARVI a la cabeza, quieren cambiar.
