Las maniobras de acercamiento y entrada al Puerto de Bilbao del mercante "Modern Express", que se encontraba a la deriva desde hace una semana en el Golfo de Vizcaya, han sido aplazadas hasta mañana por la mañana, debido a las malas condiciones de visibilidad, seguridad y estado de la mar.

Así lo han decidido hoy las autoridades marítimas ante el aviso amarillo por riesgo marítimo costero que permanecerá activo en la costa vasca hasta esta noche por olas que pueden superar los 3,5 metros de altura.

Representantes de la Marina Mercante, Capitanía Marítima, Autoridad Portuaria de Bilbao, y los servicios de practicaje, remolcadores y amarradores, así como de la empresa holandesa de salvamento SMIT y agentes del buque permanecen reunidos con el fin de "optimizar" la maniobra de acercamiento y entrada del buque al Puerto.

La Autoridad Portuaria de Bilbao ha informado hoy del aplazamiento de la entrada del barco panameño, para la que ya está preparado el protocolo en el recinto portuario, aunque los detalles al respecto aún no han sido dados a conocer.

Al mediodía de hoy el buque se encontraba a unas 30 millas al nordeste de Bilbao, y Salvamento Marítimo informó esta mañana de que llegaría al Puerto de Bilbao a últimas horas de esta tarde o ya por la noche, aunque ya advirtió de que dependería del estado del mar.

El "Modern Express" está siendo remolcado por el barco "Centaurus", mientras que el remolcador "Ría de Vigo" permanece en la zona en labores de escolta, y hacia allí se dirige el buque "María de Maeztu", de Salvamento Marítimo, que acompañará también al buque panameño hasta el Puerto de Bilbao.

La Marina Mercante concedió refugio en el puerto vasco a este buque de transporte de carga rodada de 164 metros de eslora, que transporta unas 3.600 toneladas de madera y una decena de máquinas de obra pública, y que sufrió una fuerte escora por causas todavía pendientes de determinar.

Salvamento Marítimo evacuó a toda la tripulación el pasado martes, 26 de enero, y el buque, procedente de Gabón y con destino al puerto francés de Le Havre, quedó a la deriva.

El barco no lleva en sus bodegas mercancías peligrosas, y en sus tanques almacena el combustible para su propulsión, en torno a 300 toneladas de fueloil y 180 de gasoil, según la información facilitada por la tripulación.