Objeto de una gran contestación, la Xunta ha decidido paralizar la tramitación del anteproyecto de Lei de Acuicultura y revisar su contenido en un proceso de negociación, que ahora se abrirá, con los sectores profesionales. "Vamos a hacer un alto en el camino porque esta ley no se va a aprobar sin tener el respaldo del sector", anunció ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la sesión de control del Parlamento gallego ante la pregunta del portavoz del BNG, Francisco Jorquera.

Cofradías de pescadores y mariscadores, bateeiros y hasta concejales y alcaldes del PP se habían mostrado en contra de una normativa cuya elaboración requirió cuatro años a los técnicos de la Consellería de Mar. Los profesionales denuncian que la futura ley permitiría la entrada de multinacionales en las rías gallegas y la explotación comercial de especies consideradas invasoras, incrementaría las sanciones y exigiría el pago de un canon anual, en concepto de concesión, por la ocupación de las láminas de agua. Todo ello supondría, según sus detractores, una grave lesión a los intereses de la pesca de bajura y los cultivos marinos. Y los cargos municipales del PP, sin entrar en el contenido de la normativa, tampoco la respaldaban por carecer de un mínimo consenso con los actores de la actividad que se pretende regular.

Ante este escenario -y aunque se trata aún de un anteproyecto-, el BNG solicitó ayer la Xunta su retirada. Feijóo no quiso ir tan lejos como reclamaba el portavoz nacionalista en la Cámara, pues eso supondría tirar por la borda los cuatro años que se tardaron en redactar las 168 páginas de la primera ley de acuicultura de la UE, pero sí admitió la conveniencia de someter el anteproyecto a una profunda revisión. "Lo pararemos hasta que el sector vea que está para él, para darle garantías jurídicas, para que puedan obtener fondos europeos y para que puedan protegerse de las empresas que quieren especular y que no quieren crear puesto de trabajo", indicó Feijóo en respuesta a Francisco Jorquera, quien previamente había acusado al PP de intentar favorecer los intereses de las multinacionales, "tal como se hizo con Ence".

Con efecto inmediato, según avanzó el presidente de la Xunta, la Consellería do Mar abrirá "mesas de diálogo" con bateeiros, cofradías de pescadores y mariscadores con el objeto de buscar su respaldo a la nueva normativa. "Mientras que el sector no vea que esta ley es la ley del sector, no se aprobará", indicó en su intervención.

Añadió que la ley busca dar más seguridad jurídica a las 5.400 familias que viven del mar e incrementar los empleos, pero que pese a creer en la bondad de sus disposiciones, se buscará el consenso con los profesionales. "Tenemos que evitar los errores del pasado y que nadie se aproveche de esas familias ante un actividad que no está regulada", indicó.

En su vocación de conseguir el apoyo del sector, Feijóo precisó que ya hay alegaciones pactadas para incorporar al anteproyecto, como que no se pueda desarrollar acuicultura ni piscicultura en polígono de mejillón o que las cuerdas de las bateas no puedan superar los 6.000 metros.

Francisco Jorquera denunció que la ley, tal como está redactada, pondrá en riesgo el sector. "Sus amigos son los lobbies y gobiernan a su dictado, como hicieron con Ence, supeditando el interés general a un consejo de administración", reprochó el diputado nacionalista.

Ironizó también con que debía ser esa seguridad jurídica la que ha llevado a que las 5.400 familias estén en contra de la norma y añadió, en tono de censura, que la ley permitirá instalar piscifactorías en espacios de la Red Natura. "Pero sobre todo apuesta por privatizar el mar, el dominio público, como hicieron con Ence. Muchas veces les dijimos que venden Galicia por parcelas y ahora también lo hacen con nuestro mar. Deje de gobernar para las multinacionales y retire el proyecto", emplazó Jorquera.