Los bateeiros gallegos, sabedores de que su principal enemigo históricamente es la falta de unidad del sector, creen que el movimiento generado para rechazar la Lei de Acuicultura puede ser el empujón definitivo que necesitaban para conseguir esa mejor organización interna. Y no solo apelan a esto aprovechando el rechazo mayoritario a dicho articulado, sino que reclaman la dimisión de la conselleira de Mar, Rosa Quintana, y de su secretario xeral, Juan Carlos Maneiro, a los que responsabilizan directamente por haber planteado este anteproyecto "tan perjudicial para nosotros" que ayer decidió paralizar temporalmente el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Los dirigentes consultados sostienen que "es el momento de lograr la unidad que nos haga fuertes en Galicia, España y Europa", de ahí que manifiesten que "si cuando atravesamos momentos difíciles, como se ha demostrado con la tramitación de la ley de acuicultura, sabemos estar unidos y nos hacernos oír, tenemos que aprender de esto para mantener esa unidad en nuestro día a día".

Por su parte, Francisco Alcalde, presidente del Consello Regulador da Denominación de Orixe Mexillón de Galicia, sugiere que "el alto en el camino que plantea el presidente Núñez Feijóo no es suficiente, pues lo que se pide desde el principio es la retirada total de esta ley". Reconoce que la decisión de la Xunta es "un paso importante, pero no nos convence en absoluto porque, insisto, resulta insuficiente".