La nueva Política Pesquera Común se fijó un objetivo ambicioso: que en 2020 todas las pesquerías de aguas comunitarias se rijan bajo el criterio del Rendimiento Máximo Sostenible (RMS), que a grandes rasgos es el volumen óptimo de capturas de una misma especie a lo largo de un año para que no peligre la biomasa. Una meta garantista que tiene un problema de fondo, y es que la Comisión Europea ignora el estado de gran parte de los bancos de peces.

Aún así, cada año el reparto de cuotas se regirá bajo la premisa de alcanzar este RMS. Para la flota gallega, y según los datos oficiales de Bruselas, más del 57% de las pesquerías donde disponde de cuota tienen un estado desconocido, lo que no impide que se suban o bajen los TAC (total admisible de capturas). ¿Y cuál es el criterio para bajar las cuotas de rape si no se sabe cómo está la biomasa? Aquí la UE recurre al llamado "criterio de precaución", un reparto a ciegas contra el que se revuelve el sector, que pide más información científica para trabajar sobre seguro.

| Merluza. Es la pesquería más conocida, y la producción en todas las áreas con cuotas se sitúa "dentro de los límites biológicos de seguridad" y con dictámenes científicos.

| Rapante o gallo. Son seis zonas en las que está presente esta especie, la segunda más importante para la flota gallega de altura y litoral. En dos de las áreas no hay ningún dato científico que avale un recorte o un aumento de cuotas. Una de ellas es la de Gran Sol, donde la flota española dispone el 66% del total de posibilidades de pesca para esta especie. En la costa cantábrica el estado de la biomasa está dentro del límite "seguro".

| Rape. De las seis zonas donde se encuentra esta especie demersal (vive en el fondo del mar), solo hay información científica de una de ellas (el litoral cantábrico y la costa de Portugal) y refleja un estado óptimo de la pesquería. Es un pescado de gran valor comercial, pero España solo dispone del 8,79% del TAC a causa del reparto articulado en 1986

| Anchoa. España, Francia y Portugal son los tres países que disponen de cuota para faenar esta especie. En el litoral cantábrico el estado de la biomasa es conocido y "se explota a un ritmo que se corresponde con la producción de niveles máximos de capturas de la población a largo plazo". De la costa lusa no hay información.

| Jurel. Son siete las zonas delimitadas por la UE, y de cuatro de ellas no hay datos científicos. Se considera sobreexplotado en la costa cantábrica y bien gestionado en la portuguesa.

| Cigala. Es una especie residual para la flota española, con solo el 2,6% de los TAC. No hay datos científicos de la mitad de las zonas.

| Maruca y raya. Ambas especies se distribuyen en 11 áreas pesqueras. No hay información de ninguna, al igual que las ocho donde se ubica el merlán o las cinco del abadejo.

| Bacaladilla. Es una especie importante para la flota gallega, y está en situación de rendimiento máximo sostenible en las cuatro zonas donde se faena. No debería sufrir ningún recorte en los TAC.