La flota de Vigo y Marín que faena en Malvinas ha regresado a puerto tras una campaña con bajas capturas de calamar pero buenos precios. Beiramar vuelve a mostrarse imponente con los congeladores amarrados tras finalizar la segunda tanda de pesca de este cefalópodo -calamar patagónico- que capturan en esas aguas sudamericanas. Los armadores señalaron a este diario que las capturas bajaron mucho, pero que sus precios prácticamente se doblaron al pasar de los 3 euros el kilo habituales hasta los 5,50 o 6 que se pagaron.
En total son una quincena de buques (de Touza, Pereira, Pescapuerta o Marfrío, entre otros) los que ahora copan los atraques tanto en Vigo como en Marín. Tras descargar las capturas, la idea es aprovechar el parón para realizar las labores de reparación necesarias y para que la tripulación pase las Navidades en casa, puesto que hasta enero no volverán a salir. En ese momento empezarán la primera de las dos campañas de 2016 con la esperanza de mejorar los números de esta, que incluso finalizó unos 20 días antes de lo previsto. El motivo fue que, con la intención de preservar el calamar, la pesquería se cerró antes de lo previsto, ya que estaba previsto que los buques con licencia (16) dejasen de capturar el cefalópodo el 30 de septiembre.
Mientras, los armadores consultados también señalaron una abundancia de merluza en aguas malvinas, cuyos precios sin embargo fueron similares a hace un año.
Por otro lado, Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), señaló ayer que los atraques de Beiramar están llenos y que algunos barcos se han tenido que desplazar a la zona del muelle comercial.
"Necesitamos más muelle", insistió el también responsable de la armadora Chymar, que tiene tres barcos en Malvinas.
